Rózsa

Miklós Rózsa


 Hungría | 1907-1995





1967 Concierto para piano, op. 31 2º Mov.
1969 Concierto para violonchelo, op. 32 1º Mov.
1977 Vals crepuscular



Otras Obras:
Rapsodia para violonchelo y orquesta, Op. 3
Concierto para violín, Op. 24
Serenata húngara, Op. 25
Obertura de concierto, Op. 26a
Nocturno húngaro, Op. 28
Sinfonía concertante para violín, violonchelo y orquesta, Op. 29
Concierto para viola, Op. 37



Biografía:
    Compositor de origen húngaro nacionalizado estadounidense, conocido especialmente por sus partituras cinematográficas para Hollywood. Nacido en Budapest, ya a muy temprana edad manifestó excepcionales dotes musicales, que le llevaron a estudiar violín, viola y piano. En 1925 ingresó en el Conservatorio de Leipzig, donde tuvo como profesores a Theodor Kroyer y Hermann Grabner. Los años treinta están marcados por su estancia en París, ciudad a la que llegó en 1933 y, dos años después, Londres, antes de instalarse definitivamente en Hollywood, donde desarrollaría una doble carrera como compositor para el cine y profesor de composición en la Universidad de California del Sur (Los Ángeles). Epígono aventajado aunque tardío de Bartók, las obras de Rózsa se adscriben de lleno en la música nacionalista, tomando sus melodías y ritmos del folclore húngaro; entre las más características pueden destacarse el ballet ‘Hungaria’ (1935); la Serenata húngara, Op. 25 (1945), en cinco movimientos canónicos -marcha, serenata, scherzo, nocturno y danza-; el Cuarteto de cuerda, Op. 22 (1950); el Concierto para violín, Op. 24 (1954), escrito para el virtuoso Jascha Heifetz; el Concierto para piano, Op. 31 (1967); el Concierto para violonchelo, Op. 32 (1969); la Toccata caprichosa para violonchelo solo, Op. 36 (1976), escrita para el chelista Gregor Piatigorsky; el Concierto para viola y orquesta, Op. 37 (1979); y la Sonata para guitarra, Op. 42 (1986). En todas estas obras queda patente la maestría técnica del autor, así como su escasa evolución, manteniéndose fiel a lo largo de toda su vida a un estilo reconocible, aferrado a la tonalidad y donde el influjo de la música de cine, con su característico sonido sinfónico, se va haciendo cada vez más certero, como confirma su Concierto para viola, posiblemente su última gran obra y, sobre todo, la Sinfonía concertante para violín, violonchelo y orquesta, Op. 29. Pero Miklós Rózsa es ante todo el compositor de la música de películas de género épico-histórico como ‘Quo Vadis?’ (Mervyn LeRoy, 1951), ‘Ivanhoe’ (Richard Thorpe, 1952), ‘Ben-Hur’ (William Wyler, 1959), ‘Rey de reyes’ (Nicholas Ray, 1961), ‘El Cid’ (Anthony Mann, 1961) o ‘Sodoma y Gomorra’ (Robert Aldrich, 1962). Todas estas partituras, entre las más logradas del género y luego harto imitadas por otros compositores menores, marcarían una época en la historia de la música cinematográfica al imponer el sinfonismo macizo rico en efectos de percusión y melodías tipificadas de carácter geográfico-ambiental propios del “peplum”, género en el que la partitura de Rózsa para ‘Ben-Hur’, por la que ganaría su tercer premio Óscar, constituye su más granado ejemplo.  © José Antonio Bielsa



Su obra cinematográfica en El Poder de la Palabra



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