Marcelino Amiano

Grecia | 0325 dC-0400

Historiador romano, de origen griego. Nació en Antioquía (en la actualidad, perteneciente a Turquía), en el seno de una acaudalada familia helénica. Tras ingresar en el Ejército se enroló en el aristocrático regimiento de los protectores domestici y fue destinado sucesivamente a la frontera oriental del Imperio romano (353-354), a la Galia (355-356) y de nuevo a la frontera oriental (357-359). También participó en la expedición a Persia del emperador Juliano el Apóstata, en el 363. Se sabe que visitó Grecia y Egipto, y tras volver en el 371 a Antioquía se estableció en Roma poco después del 378, donde al parecer permaneció el resto de su vida. Fue en Roma donde escribió su historia del Imperio romano, titulada Rerum gestarum libri XXXI (más conocida como Historias), que abarca desde el reinado de Marco Coceyo Nerva (96-98) hasta la batalla de Adrianópolis (378), en la cual los visigodos derrotaron al emperador Flavio Valente. Comienza donde terminaron las Historias de Tácito. Aunque se describe a sí mismo como griego y su lengua era el griego, escribió en latín, ya que su obra estaba destinada a los lectores romanos. Los 31 libros de la Rerum gestarum le proporcionaron una reputación considerable en Roma y Antioquía, que se mantuvo, al menos en parte, hasta el siglo VI, cayendo en el olvido durante la edad media. Sólo nos han llegado los últimos 18 libros, que son los que transcurren desde el 353 hasta el 378 y relatan su propia época. Su relato es muy preciso y constituye la principal fuente de información sobre la historia política de los últimos años del emperador Constancio II y los reinados de los emperadores Juliano el Apóstata, Joviano, Valentiniano I y Flavio Valente, así como el comienzo del de Flavio Graciano. También nos proporciona información fidedigna sobre la historia administrativa y social de la época, la situación general del Imperio declinante y sus principales enemigos bárbaros. Dibujó con profundidad y maestría la personalidad de varios emperadores. Empleó sus fuentes de información de manera cuidadosa y crítica, y la precisión general de su obra nunca ha sido impugnada, aunque algunas veces se extiende demasiado en acontecimientos en los que participó directamente y no siempre es imparcial. Como pagano culto, su gran héroe fue Juliano el Apóstata, cuya vida describe minuto a minuto con entusiasta pero crítica admiración. Muchas veces interrumpe la narración histórica para extenderse sobre múltiples temas, como la geografía y las costumbres de los pueblos bárbaros: es notable su descripción de los hunos. Su obra adquiere así un carácter enciclopédico además de histórico y arroja luz sobre el pensamiento de la época. © M.E.

Textos:

Historias (fragmento)