Alonso de Ovalle Histórica relación del reino de Chile (fragmento) "En sus enfermedades añaden los Indios muy poco, o casi ningún regalo al sustento ordinario, por lo menos no mejoran de cama. El modo de sangrarse es más seguro que el nuestro porque no es con lanceta, que tiene el riesgo que se sabe demancar o apostemar un brazo, cuando el barbero es menos entendido en el arte, sino con una punta de pedernal muy aguda; ponen éste en el extremo de un palito de hasta un palmo de largo, y allí lo aprietan estrechamente de manera que quede fuera de todo aquello que basta y no más para romper la vena, la cual disponen al modo ordinario, que se veía en otras partes levantar bien la vena, la cual estando ya bien dispuesta, le aplica el barbero la punta del pedernal, teniendo el palito con la mano izquierda, y estando bien ajustado, da sobre él un fuerte golpe con la derecha, con lo que la sangría sale más cierta y segura y comúnmente es más copiosa que las nuestras. No pasa de aquí la esfera del ministerio del barbero entre esta gente, porque no tienen barba que hacer, por ser de naturaleza lampiños y los pocos pelos que les falten tiene cada uno cuidado de pelárselos, porque se afrentan de tenerlos en casa; y así hacen unas como pinzas de unos choros del mar, las cuales traen siempre consigo, y a ratos perdidos las sacan y en buena conversación están arrancando los pelos que otros con gran cuidado suelen criar y peinar, honerándose con ellos; que es buen argumento de lo que hace la aprensión de los hombres para que una misma cosa se tenga por honra y por lo contrario; tampoco tienen necesidad de barbero para hacerse el cabello, porque de su natural costumbre y crianza le traen siempre largo hasta debajo de la oreja, y no más, y para despuntarlo y que ande siempre a esta medida fácilmente se sirven los unos a los otros. " El Poder de la Palabra epdlp.com