Sobre el materialismo histórico... (fragmento)Franz Mehring
Sobre el materialismo histórico... (fragmento)

"-Sobre el materialismo histórico y otros escritos filosóficos-

Ahora bien, los generales prusianos que habían vencido a Napoleón no tenían nada que ver, en modo alguno, con la “dialéctica hegeliana”; con la única excepción de Gneisenau, no eran capaces siquiera de escribir un alemán gramatical y ortográficamente correcto; tampoco Clausewitz tuvo claro nunca totalmente el uso correcto del dativo y del acusativo. En su célebre obra habla con completo desprecio de todos los “sistemas”, y hay también un punto muy importante en el que su desconocimiento de la dialéctica hegeliana se ha vuelto funesta. Concibe a la estrategia napoleónica, cuya teoría él describe, como la única correcta bajo cualquier circunstancia; no comprende su condicionamiento histórico y hubiera llegado, por estos preconceptos teóricos, a juicios totalmente inválidos acerca de la estrategia de Federico el Grande, si su instinto histórico y su visión práctica no le hubieran permitido reconocer en los casos particulares la razón por la cual la guerra, en el siglo pasado, se conducía de otro modo que en el nuestro. Engels, sobre cuyas opiniones acerca de la ciencia bélica Clausewitz ejerció una gran influencia, muestra una gran superioridad en este punto. Pero con tanto mayor razón se libra Clausewitz de la sospecha de haber introducido desde fuera la conexión dialéctica que descubrió en la estrategia moderna. Él mismo no se cansa de poner el acento en el hecho de que en la guerra se trata de cosas muy simples, y un historiador burgués afirmó con razón que su mérito no yace en haber encontrado este o aquel nuevo principio, sino en haber comprobado la conexión dialéctica de la estrategia moderna.
En efecto, no podrá encontrarse en Clausewitz ningún capítulo en el que no opere y deba operar con los “atractivos dialécticos” execrados por Bernstein, para dar “plena razón” del “alcance de los cambios reconocidos”; demuestra repetidas veces, se puede decir incesantemente, que no basta con el sí, sí y no, no, sino por el contrario, solamente con el sí y no, el no y sí, que los opuestos confluyen permanentemente, que la cantidad cambia en calidad, no obstante no “oscurecer, más que esclarecer” en modo alguno el “estado real de cosas” con el uso de expresiones escolásticas hegelianas, enteramente de acuerdo con los deseos de Bernstein. "



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