Esteban Werfell (fragmento)Bernardo Atxaga
Esteban Werfell (fragmento)

"Volvió a mirar hacia el parque. Ya no había cisnes en el estanque, se habían refugiado todos en la caseta. No, tampoco a ellos les gustaba la lluvia de febrero.
De todas maneras —continuó—, la pretensión de entresacar los momentos especiales de nuestra vida puede ser un grave error. Es posible que la vida sólo pueda ser juzgada en su totalidad, in extenso, y no a trozos, no tomando un día y quitando otro, no separando los años como las piezas de un rompecabezas para acabar diciendo que tal fue muy bueno y tal muy malo. Y es que todo lo que vive, vive como un río. Sin cortes, sin paradas.
Pero, siendo eso verdad, también es innegable la tendencia de nuestra memoria, que es casi la contraria. Como a todo buen testigo, a la memoria le agrada lo concreto, le agrada seleccionar. Por compararla con algo, yo diría que actúa como un ojo. Nunca, en cambio, como lo haría un contable especializado en inventarios.
Por ejemplo yo puedo ver ahora la caseta de los cisnes del parque, cubierta de hiedra desde el suelo hasta lo alto del tejado, oscura de por sí y más oscura aún en días de lluvia como el de hoy; puedo verla, pero, en rigor, nunca la veo. Cada vez que levanto la vista, mi mirada se desliza sobre el monótono color verde o negro de las hojas, y no se detiene hasta que encuentra la mancha rojiza que hay en una de las esquinas del tejado. Ni siquiera sé lo que es. Quizá sea un trozo de papel; o una prímula que ha querido brotar allí; o una teja que la hiedra ha dejado al descubierto. De cualquier manera, a mis ojos les da igual. Abandonando la oscuridad, buscan siempre ese punto de luz.
Esteban Werfell levantó la vista hacia la mancha rojiza. Pero tampoco aquella observación le sacó de dudas. Lo mismo podía ser una prímula que un trozo de papel o de teja. Pero, después de todo, el detalle no importaba. Más importaba lo que acababa de escribir acerca de la memoria. Decir que a la memoria le agradaba lo concreto resultaba impreciso. No era cuestión de gusto, sino de necesidad. "



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