Poemas (fragmento)Paulino de Nola
Poemas (fragmento)

"¿Por dónde, pues, empezaré a tejer mi poema? ¿Qué beneficios de Félix son los que voy a relatar? ¿Contaré mejor los muchos favores que repartió por todas partes o aquellos de esta casa suya de los que le soy especialmente deudor? Acometeré más bien éstos que recuerdo bien haber sido dispensados a mí y a mi gente. Además, como en los libritos anteriores tengo más bien escrito lo que proporcionó en parte a otros y con ellos a mí también, en esta ocasión voy a tejer mi librillo en prenda de agradecimiento a partir de esos dones que me envió a mí tan generosamente y, en contra de lo usual, lo haré en una melodía variada; y lo mismo que él me ofrece cada año un tema diferente, mudaré los ritmos y en una misma serie continuada caminaré con el ritmo de un poema no regulado bajo unas mismas leyes.
Pues, por así decir, en el fecundo campo de san Félix surgieron como flores nuevas dos brotes de Cristo, Turcio el del semblante piadoso, y Sueno, de florida juventud. Y de igual manera, había unas santas madres y otras dos muchachas idénticas; una, cual era en su tiempo aquella célebre Alfía, hermana del noble Filemón a la que distingue en su dedicatoria la epístola de Pablo y, juntamente, la virago Eunomía, prometida ya en el cielo en eterno matrimonio que, arrebatada desde el vientre de su madre, por su agrado, se la consagró a sí mismo Cristo con presuroso amor, y la inundó del perfume de su nombre, por lo que con los cabellos de su alma teñidos y la casta cabeza de su espíritu perfumada, huele a las sagradas esencias de su esposo celestial. Ésta es hermana de Melania y casi hija de ella, a cuyo regazo está unida gozosa pues encontró una maestra en su hermana. Y las dos, ligadas con divinas dotes, llevan como collares vivos las variopintas gemas de las virtudes en su espíritu cultivado, en su bello corazón. Detrás de ellas va un numeroso escuadrón de almas nobles y la santa multitud de las vírgenes, del mismo color bajo un único vellón. Desde aquí, complacido en el cordero amado, escucha Cristo a Eunomía, enseñada por la palabra guía de Melania, la que da forma al panal de los salmos en mesuradas proporciones puesto que, siguiendo el ritmo de Dios, la infantil corifeo con su casta boca dirige los coros, cortejo de los santos. "



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