El sino de los héroes (fragmento) "Un poco antes de amanecer despertaron al duque y comenzaron á vestirlo. Le fueran poniendo una cita de malla que empezaba en los pies para acabar en la cintura. Luego una coraza y espaldar ligeros, un casco también ligero, manoplas con chapas y un tabardo que lo cubría casi todo. La cota era de plata, la coraza, espaldar, casco y chapas de oro. En el ligero casco había una pluma negra. Todos iban lo mismo que él con la diferencia de que el maestre y oficiales lo que en el duque era oro en ellos era acero y en criados y soldados, baqueta. El duque llevaba, además, dos pistolas al cinto y dos pares más en el arzón. Al amanecer entró el gobernador diciéndole: —Señor, salieran los diez de la descubierta. Llevan un excelente itinerario del cual tienen una copia cada uno los dos jefes que van agregados á vuestra escolta. —Gracias por todo, gobernador. ¿Podemos montar? —Sí, señor. Socó la voz de: ¡á caballo! Todos fueren montando en el zaguán. El duque estrechó la mano de Izquierdo, volvió á recomendarle la india que quedaba en el convento y salió al trote, seguido de los sesenta y uno que componían su escolta y los dos guías que iban detrás de él. Ontoria y Zalla lo cogieron en medio. Salían con el primer crepúsculo matutino. Anduvieron un poco más de media hora, siempre trotando. " epdlp.com |