El arca de agua (fragmento)E.L. Doctorow
El arca de agua (fragmento)

"Envió sus apuntes por correo unos días más tarde: había dos pequeños sanatorios para tísicos. La tuberculosis era la única enfermedad tratada. El jefe médico de la mejor de esas instituciones era un tal doctor Edward Trudeau, tísico él también, quien había descubierto los saludables efectos del aire de los Adirondack durante una visita a las montañas en invierno. La relación de los nombres de los terapeutas no incluía el de Sartorius.
No me sorprendió en absoluto, pues estaba persuadido de que cualquier cosa que Augustus Pemberton hubiese dicho a su mujer sería mentira. Pero Sartorius era un nombre inusual… y si era una invención, no le pertenecía a Pemberton ni a su asistente, ninguno de los cuales tenía el ingenio necesario para una invención tan… concreta.
En la balaustrada que separaba mi oficina de la sala de redacción siempre había colaboradores que, sentados, esperaban un encargo. Envié a uno de ellos a la biblioteca de la Asociación de Médicos de Nueva York, en Nassau Street, a buscar el nombre Sartorius en el registro de facultativos de la ciudad. No estaba registrado.
Había reivindicado para mí el territorio de la historia, de hecho, en negociación con la policía por mis derechos sobre él… pero, así y todo, qué espectral… apenas una esperanza de palabras aparecidas sobre una página… palabras insustanciales… nombres espectrales… cuya realidad, cuya verdad, no eran más que gradaciones de lo espectral en la imaginación de otro espectro. "



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