El eterno Galileo (fragmento)Fulton J. Sheen
El eterno Galileo (fragmento)

"En el orden físico habéis notado alguna vez que a un niño todo le parece grande: su padre es más grande que cualquier otro hombre del mundo, y su tío, que ahora está de pie cerca de la ventana, es más alto que los grandes robles allá en el valle. Todo niño ama la historia de Jack y el palo de alubias, porque para él cada palo de alubias se eleva hasta el mismo cielo. Ahora, en la realidad los palos de alubias no tocan las estrellas, pero para el niño sí las tocan, porque éste es tan pequeño que en relación con él todo es grande, aun el palo de alubias. Sólo al crecer el niño los palos de alubias se vuelven pequeños. Es sólo siendo pequeños como podemos descubrir algo grande. Tomad otro ejemplo. A todo niño le gusta jugar al caballito con una escoba. Se monta en ésta y, por alguna magia peculiar, su única pata de madera se cambia en cuatro cascos piafantes, y su paja, en una crin despeinándose a todos los vientos. Ahora bien, las escobas no son caballos, ni su paja es una crin; pero para un niño sí lo son, porque él es tan pequeño que en comparación suya todo lo demás es grande. Aun sus gigantes que derriban bosques como si fueran hierba, son creaciones de la humildad. Sólo cuando crece hasta ser grande, un hombre grande, es cuando mueren los gigantes y sus cuentos de hadas se vuelven insensateces. Sólo siendo pequeños es como podemos descubrir algo grande. "


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