Los bosnios (fragmento) "La iglesia católica fue destruida el primer día de la entrada de las tropas serbias en Modriza. Aquella misma noche, la incendiaron y despanzurraron con tanques. Unos días más tarde, cuando un pequeño destacamento de la Defensa Territorial de Bosnia-Herzegovina volvió a la ciudad «liberada», entré en ella. Todo estaba en silencio, no se oía sino el repiqueteo de la lluvia primaveral. Los bancos de los fieles habían sido quemados, el altar destruido y profanado. Joka, el cura de Modriza, estaba allí de pie, con las manos unidas, y contemplaba las ruinas sin decir palabra. En medio de la iglesia, entre todo aquel desorden, yacía un ángel de escayola al que le habían arrancado las alas y la cabeza. Aplastando los escombros bajo mis botas militares, me acerqué y fui a colocarme en silencio cerca del cura que rezaba ante el ángel despedazado. La plegaria de Joka y mi silencio tuvieron efecto, creo. Quizás fuera a causa de las noches de insomnio, del miedo que habíamos conocido, pero a ambos nos pareció, durante un instante, que se dibujaba una sonrisa en el espacio vacío que antes había ocupado la cabeza del ángel. " epdlp.com |