Diario de Rusia (fragmento)John Steinbeck
Diario de Rusia (fragmento)

"El rostro de Mamuchka se ensombreció al decir esto, y fue la única vez que le nombró, y era su único hijo.
Junto a una pared había una antigua máquina de coser Singer, cubierta con un trozo de estopilla; y, contra otra pared, una cama estrecha con una alfombra a modo de manta. En el centro de la habitación había una mesa larga, con bancos a los lados. Hacía mucho calor en la casa. Las ventanas no se podían abrir. Decidimos que si podíamos, sin parecer descorteses, dormiríamos en el establo. Porque en el exterior las noches eran frescas y deliciosas; dentro de la casa nos asfixiaríamos.
Fuimos al patio y nos lavamos, y al momento la cena estaba servida.
Mamuchka es una cocinera muy famosa en el pueblo, y realmente muy buena. Sus comidas eran increíbles. La de aquella noche comenzó con vasos de agua llenos de vodka, pepinillos y pan negro casero, y shashlik ucraniano que Mamuchka hacía muy bien. Había un gran cuenco de tomates y cebollas y pepinos; había tortitas fritas llenas de cerezas amargas, sobre las que se vertía miel, un delicioso plato nacional. Había leche fresca, y té, y después más vodka. Comimos demasiado. Comimos las pequeñas tortitas de cereza y miel hasta que se nos salieron los ojos de sus cuencas.
Estaba empezando a oscurecer, y pensamos que esta era la última comida del día. "



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