De la sabiduría egoísta (fragmento)Francis Bacon
De la sabiduría egoísta (fragmento)

"Las riquezas son para gastarlas y los gastos para el honor y las buenas acciones; por tanto, los gastos extraordinarios deben estar limitados por el mérito de la ocasión; pues la ruina voluntaria puede ser tanto por la patria humana como por el reino de los cielos; pero los gastos ordinarios deben estar limitados por los bienes personales y administrados a ese respecto, como si estuvieran dentro de sus límites, y no sujetos a engaños y abusos de los criados, y ordenados para su mejor utilización, ya que las facturas pueden ser menores que la estimación ajena. En verdad que si un hombre quiere mantener equilibrio, sus gastos ordinarios deben ser la mitad de sus ingresos; y si quiere llegar a rico, la tercera parte. No hay bajeza en los grandes al descender para examinar sus bienes propios. Algunos no lo hacen, no sólo por negligencia sino por temor a caer en melancolía al encontrarlos en quiebra; pero las heridas no pueden curarse sin buscarlas. Aquéllos que, en definitiva, no pueden examinar la situación de sus bienes, tienen necesidad tanto de elegir bien a quienes emplean como de cambiarlos con frecuencia; pues los nuevos son más temerosos y menos sutiles. El que puede examinar sus bienes aunque de tarde en tarde, eso le obligará a convencerse. El hombre necesita, si tiene que gastar mucho en ciertas cosas, ahorrar, en cambio, en otras; si gasta mucho en comida, ahorrar en ropa; si gasta mucho en el salón de recepciones, ahorrar en las cuadras; y así sucesivamente. Pues el que gasta mucho en todo a duras penas se preservará de la decadencia. Al contraer deudas y cargas sobre sus bienes, también puede perjudicarse al ser demasiado precipitado al dejarlas correr demasiado; pues las ventas apresuradas son, generalmente, tan desventajosas como el interés. Además, el que cambia inmediatamente, puede arrepentirse; pues, el encontrarse en dificultades puede alterarle las costumbres; pero el que cambia paulatinamente se habitúa a la frugalidad y sale ganando tanto espiritualmente como en sus bienes. "


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