Toledo (fragmento)Benito Pérez Galdós
Toledo (fragmento)

"Considerando la sinagoga cuando la injuria de los tiempos y el desdén de los hombres no la habían maltratado, debía ser extraordinariamente espléndido y pintoresco el interior de aquella nave, iluminada por los altos ajimeces, nave resplandeciente y misteriosa a la vez, por el reflejo de sus alharacas y la acertada disposición de todas las líneas, por la uniformidad que en ella reina, siendo, al mismo tiempo, variada y multiforme, sin las complicaciones y confusos laberintos que hacen del último período del arte árabe un sorprendente delirio.
Ocurre comparar este edificio de principios del siglo XII con las construcciones románicas que, extendidas ya por Asturias y León, lo mismo que por Francia y el Rin, comenzaban a apuntar entonces la transición a la ojiva, dando origen al maravilloso arte del siglo XIII. La sinagoga de Toledo es más bella, más ligera, que los edificios románicos, todavía no desposeídos de la pesadez que conservaban de su bárbaro origen. La arquitectura sarracena indicaba a principios de aquel siglo mayor grado de cultura, una perfección más pura de las formas absolutas, más corrección y más ingenio que las obras del Norte, contemporáneas suyas. Para encontrar igual grado de perfección en el estilo ojival, es preciso seguirlo en su desarrollo, hasta mitad del siglo siguiente.
Desde la creación de Santa María, el arte sarraceno entra en el período de su apogeo. Tal era la fuerza de su genio, tal la impresión que sus bellas y originales formas produjeron en la mente del pueblo, que siguió en su desenvolvimiento sin ser afectado por las influencias del Norte, que ya lo habían invadido todo, hasta la misma Italia; se mantuvo con vida propia, a pesar de la implantación en su suelo de la arquitectura ojival; luchó con ésta largo tiempo, sin ser vencido, ni vencerla tampoco; y sólo expiró cuando el Renacimiento vino a destruir, con el empuje de un vándalo y la fuerza propia de las nuevas ideas, todas las obras del romanticismo, lo mismo aquellas de origen meridional y semítico, que las septentrionales y germánicas. "



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