Casi memorias (fragmento)Carlos Heitor Cony
Casi memorias (fragmento)

"Fracasado en la venta de aparatos radiofónicos, mi padre había adquirido conocimientos en las tiendas que no le querían como vendedor, pero que no obstante reconocían sus habilidades en lo que concierne a la instalación de antenas. Mi hermano conserva hasta fecha de hoy una tarjeta profesional que mandó a imprimir: en ella se presentaba como perito en la instalación de antenas.
Ganó algún dinero en el oficio, pero mi madre logró convencerle para que se cambiara de profesión. En verdad era peligroso subir a los tejados, poner el pie sobre resbaladizas baldosas, hallarse a la intemperie al arbitrio de la lluvia o de la canícula, pero papá insistía y en cuanto no encontraba otro proyecto que lo entusiasmara, continuaba instalando antenas o reparando radios en su tiempo de asueto y durante las vacaciones.
No sabía hacer nada sin entusiasmo, a pesar de ser el primero en reconocer que aquello carecía de futuro para él. No llegaba el día en el que lograra concluir una represa en medio del patio, sin que quedara agrietada. Nada que ver con un pequeño lago que le causaría ulteriores agravios. Por otra parte, formaba parte de su autoconvencimiento partir de una realidad estéril en pos de un grandioso sueño. Esa realidad estéril era como un lago. No transcurría mucho tiempo hasta que se diera cuenta de que no tenía nada que hacer con él. Aquel onirismo era proyectado por causa del susodicho lago, aunque no hubiera relación alguna de causa y efecto entre realidad y sueño. "



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