La juventud de Felipe (fragmento)Octave Feuillet
La juventud de Felipe (fragmento)

"Felipe jamás se hubiera atrevido a pedirle esa amistad; pero lo que le proponía era precisamente lo que deseaba con toda la sinceridad de su alma.
En efecto, era una cosa admirable. Establecidas bajo ese pie amistoso, sus relaciones con la señora de Talyas, seguirían encantándole y cesarían de inquietarle. Si por casualidad un día los sentimientos que experimentaba, llegasen a cambiar de índole, nunca podría extraviarse al verse sostenido, calmado por aquella mano tan pacífica, franca y leal.
Dio las gracias a la Marquesa con voz emocionada, y se separaron como grandes amigos. Desde aquel momento creyó que podía entregarse sin peligro alguno al encanto de sus relaciones con persona tan exquisita.
Estaba, en efecto, tan seguro como si se hubiese hallado en el fondo de un bosque salvaje con la pata de una pantera sobre el pecho.
La verdadera parisiense, de pura sangre, en su desarrollo completo, es un ser extraordinario.
En ese extraño invernáculo de París, la niña es ya una joven, la joven una mujer, y la mujer un monstruo, un monstruo encantador y temible.
Es frecuentemente su cuerpo casto, pero su espíritu profundamente escéptico y refinado. En medio de ese gran movimiento parisiense, en los salones, en los teatros, en las exposiciones de todo género, todos los países y todos los siglos han pasado bajo sus ojos y cruzado su inteligencia; ella conoce las costumbres, las pasiones, las virtudes y los vicios, revelados y poetizados por el arte bajo todas sus formas. La parisiense lo ha visto todo, y lo que no ha visto, lo adivina. Se conduce unas veces bien, otras mal, sin predilección ni por lo bueno ni por lo malo, porque sueña en cosas mejores que el bien y peores que el mal. Así era la marquesa de Talyas. Su marido, que era un hombre de mucho talento, había querido hacer de su mujer una matrona romana, y se enorgullecía de haberlo conseguido. Tenía sobre este punto ideas profundas y originales que comunicaba sin esfuerzo a sus amigos. "



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