El hombre popular (fragmento) "¡Ah! mi amigo, este es el Pater de los asnos. El pueblo, el buen pueblo, el bravo pueblo, no pide sino que se le conduzca. Ahora bien: hay algunos que dicen: "es preciso conducirlo dulcemente". En cuanto a mí ¿sabes lo que digo? pues: "es preciso conducirlo alegremente". Fíjate un segundo en los pastores: los más listos no son los que llevan siempre el garrote levantado, ni menos aún los que se acuestan bajo un sauce y se duermen sobre los repechos, sino los que marchan tranquilamente a la cabeza de sus rebaños, tocando sus flautas. El ganado que se considera libre y que en efecto lo es, pace, sin perder un mordisco, todas las puntas de hierba nueva; luego, cuando los vientres están llenos y la tarde comienza a caer, el pastor toca el aire de retirada y el rebaño toma contento el camino del corral. En cuanto a mí, yo hago lo mismo: toco la flauta y mi rebaño me sigue. -¡Tú tocas flauta! Eso está bueno para contado... Pero en tu distrito tiene que haber blancos, rojos, testarudos y rabiosos, como en todas partes. Y luego, cuando llega la hora de elegir un diputado, por ejemplo, ¿cómo te las arreglas? -¿Que cómo me las arreglo? Pues no metiéndome en nada, mi buen hombre; porque decir a los blancos: votad por la República sería perder su latín y su trabajo y decir a los rojos: votad por las Flores de Lis, valdría tanto como escupir contra esta muralla. " epdlp.com |