Boom (fragmento) Mo Yan
Boom (fragmento)

"El Festival de la Carne de ese año se suponía que se iba a celebrar con la ceremonia de establecimiento del templo del Dios de la Carne. El espacio elegido para la construcción del templo era donde estaba el mercadillo nocturno, que seguía abarrotado de gente. Sin embargo, un funcionario de alto mando que acudió ese día al Festival de la Carne criticó la idea de construir el templo del Dios de la Carne. La funcionaria que tenía el pelo corto y un aspecto masculino dijo indignada: «Es demasiado conservador. Nos acusa de crear dioses y de fomentar la superstición. Bueno, ¿y qué? ¿No son los hombres quienes crean a los dioses? Además, ¿quién no es supersticioso? He oído que él solía ir a la montaña Yuntai para preguntar sobre su futuro y luego se arrodillaba enfrente de la estatua de Buda para hacer reverencias». Un funcionario de mediana edad dijo: «Qiao, ya basta, por favor». La joven no le hizo caso y respondió: «Me temo que el sobre rojo que le dimos no contenía suficiente dinero». El funcionario le dio una palmada en el hombro y dijo: «Camarada, he dicho que ya basta. No dejes que tu boca te meta en problemas». Pero ella siguió hablando, aunque cada vez era más difícil oír lo que decía. La luz de sus linternas se movió por todo el templo y unos rayos luminosos pasaron por la cara del Espíritu Ecuestre, la cara del Señor Monje y la mía. ¿No sabían que alumbrar a la gente a los ojos era de mala educación? Los rayos de luz pasaron por la cara de los cuatro hombres que estaban trasladando al Dios de la Carne en el templo y al final enfocaron la cara del ídolo que estaba tirado en el suelo. «¿Qué está pasando aquí? —dijo el señor mayor furioso—. ¿Por qué está el Dios de la Carne tirado en el suelo? Levantadlo, rápido». Los cuatro hombres bajaron los palos, desataron las cuerdas, se colocaron alrededor de la parte superior del cuerpo del ídolo, lo sujetaron bien y gritaron: «¡Arriba!». Hasta que el Dios de la Carne, de unos dos metros de altura, no estuvo levantado no me di cuenta de su tamaño, grandeza y de que estaba esculpido con el tronco de un solo árbol. Sabía que muchos ídolos se esculpían con madera de palisandro, pero en tiempos como estos, donde se presta tanta atención a proteger el medioambiente y los bosques, es casi imposible encontrar un palisandro así de majestuoso, ni siquiera en lugares remotos. "


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