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Iconos de la Ley (fragmento) "La muerte viene al mundo con aquel originario acto de dislocación que pone en el Otro lo propio de este pueblo, y en la contradicción su identidad. En tanto escritura de la pérdida, del desaparecer, el éxodo es también escritura de la muerte, hasta la supresión de aquella misma alteridad que le ha dado inicio. El asesinato del Padre casi parece, en la economía del análisis freudiano, un alucinado intento, por parte de la horda de los hijos, para reconquistar un propio, suprimiendo al Otro que les ha impuesto la migración, la dislocación, la huella solamente de Dios. Pero en el judaísmo el mecanismo de la Entstellung funciona también a propósito de este gesto: el judaísmo re-mueve el acto de la supresión del Otro fundador. Con inexorable coherencia, la dislocación se manifiesta también allí donde la misma debería haberse eliminado. La posibilidad de suprimir la dislocación es infinitamente removida, dislocada. El otro es así mantenido, celosamente custodiado como lo propio más íntimo, y con obstinación se niega su asesinato, o la intención de matarlo. Esto señala la victoria del Padre sobre la "sensibilidad" materna, la reafirmación de la Geistigkeit, de la espiritualidad paterna, destinada a desarrollarse cada vez más en el curso de los siglos "zu einer Religión der Triebverzichte", hacia una religión ética, hacia una religión de la razón práctica, fundada en la renuncia pulsional. La misma misión de este pueblo, el ser portador de una religión universal de la razón, es relacionada por Freud con el mecanismo de la Entstellung, es decir que su mismo Fin no parece más que una forma diferente de la interminable migración-dislocación a la cual él está constreñido. La religión del Padre se funda sobre la re-moción de la supresión (extrema dislocación) de aquel Otro, que nos ha guiado-obligado al éxodo. La afirmación de tal religión no puede, por esto, representar el Fin, la tierra prometida, ya que se basa sobre las mismas premisas de la migración en cuanto tal. " epdlp.com |