La brújula de Noé (fragmento)Anne Tyler
La brújula de Noé (fragmento)

"No podían ir a casa de Eunice, porque de momento no tenía casa. Vivía con sus padres. Su padre había sufrido una apoplejía en el mes de marzo, y Eunice se había instalado en su casa para ayudar. Leyendo entre líneas, Liam dedujo que eso no suponía para ella un gran sacrificio. En Cope no ganaba mucho dinero, y era evidente que no era la típica ama de casa. Además, se notaba que era hija única: tenía un aire de eterna hija, y le preocupaba en exceso la opinión que sus padres tuvieran de ella. Liam catalogó ese rasgo igual que los otros, con interés científico y sin hacer juicios de valor. Todavía se encontraban en esa etapa en que hasta las debilidades del ser amado parecían atractivas.
Por desgracia, el brazo que se había roto Damian era el derecho, y lo llevaba inmovilizado en ángulo recto con un yeso que le iba desde la muñeca hasta más arriba del codo. Como su coche —o mejor dicho el coche de su madre— no era automático, no podía conducir. Y Kitty tampoco podía conducir, porque Liam no podía permitirse una ampliación del seguro. Cuando el agente le dijo lo que le iba a costar, creyó que no le había oído bien.
Eso dificultaba mucho las cosas. A veces Kitty cogía el autobús para ir a casa de Damian directamente después del trabajo, y Liam tenía que ir a recogerla por la noche. Sin embargo, la mayoría de las veces, la madre de Damian dejaba a su hijo en casa de Liam, y luego Liam tenía que acompañarlo a su casa. (La madre de Damian, una viuda que aparentaba más años de los que tenía, no conducía por la noche.) De una manera o de otra, a Liam le tocaba hacer de chófer más de lo que le habría gustado. Había unas pocas gloriosas ocasiones en que otros amigos del instituto arrimaban el hombro, pero muchos trabajaban en Ocean City en verano, y otros se encontraban limitados por complicadas nuevas leyes relativas a llevar en el coche a personas de su misma edad. Muchas veces, lo que pasaba era que Eunice se ofrecía para devolver a Damian cuando ella se iba a su casa, lo cual era un detalle por su parte, pero la obligaba a marcharse antes de lo que a Liam le habría gustado. Y, entre tanto, habían pasado la velada con Kitty y Damian, y no habían estado solos ni un minuto. "



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