Jardín de cemento (fragmento)Ian McEwan
Jardín de cemento (fragmento)

"Por lo que a mí respectaba, levantarse carecía de objeto. No había nada particularmente interesante para comer en la cocina y yo era el único que no tenía nada que hacer. Tom estaba todo el día fuera, jugando; Sue se encerraba en su cuarto para leer libros y escribir en su cuaderno, y Julie salía con quien le había regalado las botas. Cuando no estaba fuera, estaba acicalándose para salir. Se daba baños larguísimos que llenaban la casa de un aroma dulzón, más fuerte que el olor de la cocina. Se pasaba el día lavándose la cabeza, cepillándose el pelo y maquillándose los ojos. Se ponía ropa que nunca le había visto, una blusa de seda y una falda marrón de terciopelo. Yo me despertaba casi a mediodía, me masturbaba y volvía a dormirme. Tenía sueños, no exactamente pesadillas, pero sí malos sueños, de los que me esforzaba por despertar. Me gasté las dos libras en el Fish and Chips y, cuando pedí más a Julie, me dio un billete de cinco sin decir una palabra. Durante el día escuchaba la radio. Pensaba en volver al colegio cuando terminase el verano y pensaba en conseguir un empleo. No me seducía ninguna de las dos cosas. Algunas tardes me quedaba dormido en la butaca, aunque hacía sólo dos horas que me había levantado. Me miraba en el espejo y observaba que los granos se me estaban extendiendo a ambos lados del cuello. Me pregunté si acabarían por cubrirme todo el cuerpo; no me importaba gran cosa que así fuera. "


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