Arsénico por compasión (fragmento)Joseph O. Kesselring
Arsénico por compasión (fragmento)

"Elaine.— He venido a ver a Mortimer. Es mi prometido.
Jonathan.— ¿Prometido? ¿Mortimer se va a casar?
Elaine.— Sí, conmigo. Venía a buscarlo para ir a ver al padre Martin que dentro de una hora se tiene que ir de Brooklyn, y si no pedimos hora hoy, no nos podrá casar hasta dentro de un año.
Jonathan.— Hay mucha cola de espera, para estas fechas.
Elaine.— (Nerviosa por el acoso de Jonathan) Sí, es muy normal. Ya sabe que en esta época… (El doctor Einstein ha corrido al interruptor y enciende la luz de la sala)
Jonathan.— ¡Doctor!
Einstein.— (Señalando al arcón) Todo va bien, Johnny. Todo va bien. (Bebe de su petaca de whisky mientras Jonathan se pasea por la habitación buscando el cadáver que el doctor Einstein ha escondido)
Elaine.— ¿No son ustedes los que tendrían que dar una explicación de lo que hacen aquí?
Jonathan.— Nosotros vivimos aquí.
Elaine.— No es cierto. Vengo todos los días a esta casa y no los veo nunca. ¿Dónde están tía Abby, y tía Marta? ¿Qué les han hecho? (Jonathan acaba de encontrar el zapato del señor Spenalzo tirado en el suelo y lo recoge)
Jonathan.— Creo que será mejor que nos presentemos. Le presento al doctor Einstein. Un cirujano de gran categoría… (Que sigue buscando el cadáver, mirando debajo de la mesa) Y según parece, casi un mago.
Elaine.— Y supongo que ahora me va a decir que usted hace películas de terror.
Jonathan.— (Cortándola de un grito) ¡Yo soy Jonathan Brewster!
Elaine.— Es usted Jonathan.
Jonathan.— ¿Ha oído hablar de mí?
Elaine.— Sí. Sus tías me han hablado de usted.
Jonathan.— Y, ¿qué le han contado?
Elaine.— (Muy nerviosa a causa de Jonathan) Solamente que había otro hermano de Mortimer que se llama Jonathan. Esto lo explica todo… Y ahora que sé quiénes son, me marcharé, si tienen la bondad de abrir la puerta…
Jonathan.— (Siguiendo a Elaine hasta la puerta. Le abre la puerta, y cuando ella está a punto de salir la detiene) ¿Qué es lo que explica todo? ¿Y, qué hace usted viniendo aquí a estas horas de la noche?
Elaine.— Me pareció ver llegar a Mortimer en coche. Debí de confundirlo con usted (Jonathan cierra la puerta de un golpe.)
Jonathan.— (Amenazante a Elaine) ¿Es que vio usted llegar a alguien?
Elaine.— (Muy asustada) Sí. ¿No estaba hace un momento ahí fuera? ¿No es ese su coche?
Jonathan.— ¿Vio a alguien en el coche?
Elaine.— (Más asustada) Sí.
Jonathan.— Y, ¿qué más vio?
Elaine.— Solamente eso, nada más.
Jonathan.— Ya veo. ¿Y por eso ha venido?
Elaine.— No. He venido a ver a Mortimer. Pero si no está en casa me iré…
(Intenta huir, pero Jonathan la coge del brazo)
Jonathan.— (Apretándole el brazo) Dígame la verdad…
Elaine.— Me hace daño…
Jonathan.— Creo que es peligrosa…
(Sale Teddy del sótano y sin hacer mucho caso al grupo habla y se va)
Teddy.— No se admiten visitas. Este es un funeral privado.
Elaine.— (Gritando) ¡Teddy! Teddy, diles a estos hombres quien soy yo.
Teddy.— (Parándose en el borde de la escalera) Esta es mi hija Alice.
Elaine.— (presa del pánico) ¡No! ¡Teddy, Teddy!
Teddy.— Y ahora, Alice, no seas pesada. No juegues con estos caballeros. (Y sube las escaleras de su forma habitual) ¡Carguen!
Elaine.— ¡No! ¡Teddy!
(El doctor Einstein le pasa un pañuelo a Jonathan y este se lo pone en la boca a Elaine evitando así que no se le escuche gritar. Einstein apaga la luz de la sala)
Jonathan.— Al sótano, doctor. (Elaine se intenta zafar de Jonathan)
Abby.— (Con Marta, salen de su habitación vestidas de luto) ¿Qué es lo qué pasa? ¿Qué ocurre aquí abajo? (Enciende la luz. Del sótano aparece Jonathan) ¿Qué sucede, Jonathan? ¿Qué haces ahí?
Jonathan.— Hemos cogido a una ladrona. Volver a vuestro cuarto.
Abby.— Hay que llamar a la policía.
Jonathan.— Yo me ocuparé de todo. Id a dormir. ¿No me oís? (Pican a la puerta. Las dos ancianas corren a abrir la puerta) No abráis la puerta. (No le hacen caso) No abráis la puerta os he dicho. "



El Poder de la Palabra
epdlp.com