Narciso (fragmento)Max Aub
Narciso (fragmento)

"ECO. Dime de una vez ¿cómo será la mujer que te enamore?
NARCISO. Ya te lo dije antes.
ECO. Es igual, repite.
NARCISO. NO lo sé.
ECO. Sí, sí, pero ¿cómo sería?
NARCISO. Perfecta.
ECO. No juegues.
NARCISO. ¿A eso llamas juego?
ECO. Sí, por no contestar a lo que te pregunto.
NARCISO. ¿Otra vez? Quieres que te diga que tendría tu voz, la nariz de aquella, la boca de la de más allá, los pensamientos míos.
ECO. ¿Iguales?
NARCISO. NO, iguales no, sería aburridísimo.
ECO. Entonces... con "pensamientos míos" ¿qué quieres decir?
NARCISO. Lo que sigue a mis pensamientos quizá, quizá lo que haya antes de ellos.
ECO. ¿Lo que tú sientas?
NARCISO. NO sé; mira Eco, ¿por qué no hablamos de otra cosa? ¿De quién era la música que tocaron antes?
(Pausa breve.)
Hablé con Juan, cásate con él y ten hijos... hijos... ¿hijos?.. . ¡Qué curioso! ¡Nunca he pensado ni en la posibilidad de tener alguno!
ECO. Cada vez te entiendo menos, Narciso. (Pausa breve.) ¿Qué crees tú que es amor?
NARCISO. (Fastidiado.) ¿Tú has saltado a la comba cuando eras niña? Sí, ¿verdad? Y te sentías aislada por aquel cordel y a veces te enredabas los pies con él ¿no? Algo así, Eco. (Pausa breve) Que se le borre a uno todo, aspirando sentirse lanzado hacia un punto verticalmente, que todo lo visible desaparezca, que no nos sintamos más que a nosotros, envueltos en nosotros mismos, siendo el amado distinto pero nuestro. ¿Ves cómo no sé? Ser de uno, de otro que fuese uno mismo y al mismo tiempo... sentirse dentro de sí, fuera.
ECO. Tú no quieres en mí sino lo que a ti te parece bien.
NARCISO. Perogrullo no lo diría mejor.
ECO. Entonces para que me quieras ¿tendría yo que ser tú?
NARCISO. (Da un grito de rabia.) ¡Ea! ¿Y a ti qué te importa saber lo que yo no sé? ¿Es que por ventura crees que todas las inconsciencias que voy hilvanando quieren reproducir algo de lo que siento? ¡Ca, mujer, ca! ¡Y vosotras! ya podéis quitaros las caretas, que os conozco demasiado: María, Antonia, Luisa, Jacobita, Emilia, Andrea,
Carmen y Luz ¿para qué esas caretas imbéciles? ¡Si yo soy yo, y vosotras sois las demás! (NARCISO marcha bruscamente; queda al centro, triste y cabizbaja, sentada ECO.
Quitadas las caretas, se le acercan sus amigas.)
ECO. Ya le oísteis. Debe enamorarse de lo perfecto. Y lo perfecto para él, digo yo, es él. (Las NINFAS en lo alto se balancean lastimeramente.)
LAS NINFAS, las AMIGAS de Eco y Eco.
AMIGA 1. Pero, ¿qué te pasa, mujer?
AMIGA 2. No te pongas así...
AMIGA 3. No es para tanto.
AMIGA 4. ¿Habrase visto el presumido ese?
AMIGA 5. ¡Ni que fuese Donjuán!
AMIGA 2. ¡Valiente Don Juan al cual sólo le gusta la boca de ésta y el pie de aquélla!
AMIGA 6. Mujer, no seas necia. Un hombre que va buscándose en todas las mujeres.
AMIGA 1. Anda, no hagas caso, que tú vales más que todo eso. Si los hay por ahí a montones que lloran por ti.
ECO. Andad y dejadme sola.
AMIGA 1. De ninguna de las maneras.
AMIGA 2. Ahora menos que nunca.
ECO. ¡Y qué haría yo, Dios mío!
AMIGA 1. No pienses en eso.
ECO. ¿Y en qué quieres que piense? ¿Crees que pienso porque quiero? Lo que quisiera ahora sería eso, no pensar. "



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