El sendero de los nidos de araña (fragmento)Italo Calvino
El sendero de los nidos de araña (fragmento)

"El Trucha es un joven flaco, hijo de meridionales emigrados, de sonrisa enferma y párpados bajos con largas pestañas. Es camarero de oficio; buen trabajo, porque uno vive cerca de los ricos y una estación trabaja y la otra descansa. Pero él preferiría estar tendido al sol todo el año, con sus brazos puro nervio debajo de la cabeza. En cambio, muy a su pesar, la furia lo mantiene siempre en movimiento y le hace vibrar las aletas de la nariz como antenas, y lo llena de un placer sutil cuando maneja las armas. En el comando de brigada están prevenidos contra él porque del comité han llegado informaciones no muy buenas sobre su persona, y porque en el combate hace siempre lo que se le antoja, y le gusta demasiado mandar y poco dar el ejemplo. Pero cuando quiere tiene agallas y comandantes hay pocos: de modo que le han dado ese destacamento con el que no se puede contar demasiado, y que sirve más para mantener aislados a unos hombres que podrían echar a perder a los otros. Por eso el Trucha se ha ofendido con el comando, y unas veces hace lo que le parece y otras no mueven un dedo; de vez en cuando dice que está enfermo y se pasa los días tendido en el jergón de helechos frescos de la casa, con la cabeza apoyada en los brazos y las largas pestañas entornadas.
Para que anduviera derecho se necesitaría un comisario de destacamento que conociera su talante, pero Giacinto, el comisario, está agotado por los piojos que se le han multiplicado tanto que ya no puede frenarlos, así como tampoco sabe imponer su autoridad sobre el comandante ni sobre los hombres. De vez en cuando lo convocan al batallón o a la brigada y le mandan hacer la crítica de la situación y estudiar los sistemas para resolverla, pero es inútil porque regresa y vuelve a rascarse mañana y noche y finge no saber lo que hace el comandante y lo que dicen de él los hombres. "



El Poder de la Palabra
epdlp.com