Un andaluz en la isla de la Gomera (fragmento)Domingo Manfredi Cano
Un andaluz en la isla de la Gomera (fragmento)

"El mar es para la isla camino y fuente de riqueza.
Por el mar llega y se va lo que a la isla se refiere, y en el mar está esperando día y noche la inagotable cosecha de la pesca, que es riqueza. El gomero primitivo no parece que fuese marinero, a juzgar por los vestigios que han sido hallados de su cultura. Puede que la costa representase para él demasiados peligros en potencia, y prefiriera la tierra adentro, donde a pesar de los profundos barrancos podía sentirse dueño y señor de la isla, siempre listo para avisar con su silbido característico la presencia en el camino de un desconocido.
El pescador de la Gomera actual es maestro en la pesca del cordel o liña, y suspira por las artes de cerco, la jareta, los sardinales y las hogueras, sus armas más usuales. Anda siempre a remo, aunque también tenga barcos de motor, y en el total de los pueblos costeros insulares podrían reunirse hasta centenar y medio de embarcaciones de pesca. Otras tantas familias viven del mar en la Gomera, ajenas al quehacer agrícola, despegadas en cierto modo del problema del agua y de los bancales nuevos, pero inquietadas en cambio por la suerte de las fábricas de conserva de la Rajita. Las Canteras o Playa de Santiago. En cierto modo, marineros son también y al mar están ligados los casi doscientos operarios de estas fábricas.
Los problemas de esta gente marinera no difieren gran cosa de los que afectan a todos los marineros del litoral español, peninsular e insular: como al agricultor le duele el viento que arrasará sus plataneras, al pescador le duele el que no le dejará salir a la mar o le ahuyentará el atún y la caballa, sus principales fuentes de ingreso. Porque la caballa, el atún y la sardina, sometidas a no sabemos qué extraña disposición vital abundan pero desaparecen sin que nadie pueda predecir una cosa u otra, el gomero del litoral ha aprendido en muchos casos el oficio de labriego, y cuando la mar se muestra madrastra acude al regazo de la madre tierra, y cuando es esta la que se vuelve arisca, allí está aquella esperando para que el gomero tome los remos y el aparejo y salga como un valiente a la busca del pan suyo y de sus hijos. "



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