Los Living (fragmento)Martín Caparrós
Los Living (fragmento)

"Unos meses antes, poco después de cumplir los diecinueve, por intermedio de un amigo, Titina consiguió ese trabajo en el Paraíso. Le gustaba llegar cada tarde a eso de las siete, entrar en el local que todavía olía a tabaco de la noche anterior, a sudor de la noche anterior, a alcoholes de la noche anterior pero, vacío y tan iluminado, parecía un barco varado en una playa, una fábrica en huelga. Le gustaba ver ese cascarón y pensar en el error de tantos: cientos que llegarían esa noche —como cada noche— sedientos de un lugar que, sin ellos, no sería nada de nada o, más bien, esa ruina de sí mismo a la que ella llegaba cada tarde a eso de las siete.
Cada tarde, a eso de las siete, saludaba a Morena, la jefa de día. Morena tenía que ocuparse de la limpieza, los arreglos, la llegada de los proveedores; cada tarde parecía más lejos de poder hacerlo. Morena tenía casi cincuenta años, el pelo largo lacio, el cuerpo flaco baqueteado y una vida en el under; Pitu Carpanta la había conocido a principios de los setentas —breve, tumultuosamente— y, a su vuelta, ya abierto el Paraíso, cuando ella vino a pedirle un trabajo, cualquier trabajo, imaginó que podía salvarla con esa ocupación tan poco glamorosa, tan alejada de las tentaciones de la noche. Morena lo aceptó con alegría y tanto agradecimiento que, por unos meses, se mantuvo limpia: dejó las anfetaminas, casi no jaló merca, sólo un porrito hacia el final de las jornadas, para desconectarse. Pensó que podía hacerlo —hubo un momento en que pensó que podía hacerlo— pero no duró. Primero negoció consigo misma: una dexedrina cuando entraba y otra a las cuatro de la tarde, sólo para poder hacer bien el trabajo. Le parecía sensato, controlado; fue agregando las otras pastillas una a una —una más cuando entraba para empezar con fuerza, una al mediodía porque la comida la ponía pesada, después dos, otra más antes de que apareciera la gente de la noche— y pronto perdió todo control. Titina era la primera en llegar y veía más claros los desastres. "



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