La puta de Babilonia (fragmento)Fernando Vallejo
La puta de Babilonia (fragmento)

"Tengo en estos instantes frente a mí un cromo de Pacelli arrodillado en su reclinatorio, todo travestido de blanco. Malo como dominico, falso como jesuita, calculador como arpía del Opus Dei. ¡La cara que pone cuando reza! Sufre como un Wojtyla por el dolor del mundo. Vanidoso y déspota hasta la médula, se sentía un gran hombre nacido para mandar y hacerse obedecer. Le habría bastado entonces a este autócrata que sólo supo exigir obediencia ordenarles a sus curas y obispos de Croacia y a su devoto feligrés Ante Pavelic que pararan la matanza de judíos y serbios. ¿Por qué no lo hizo? ¿Y por qué no denunció a los nazis ante el mundo? ¿No contaba pues con los micrófonos de la Radio Vaticano que evangelizaba en nueve idiomas? Los usó para hablar callando, para decir vaciedades en nombre de la «civilización cristiana» y mandar mensajes de navidad en tanto Hitler exterminaba a los judíos y lanzaba una guerra de agresión que devastó a Europa y les costó la vida a cincuenta y cinco millones. Dejó que empezara la guerra callado y la dejó continuar y terminar callado. Los tartufos defensores de la Puta tratan de justificar ese silencio con el argumento de la neutralidad y de que el mártir estaba previniendo males mayores que caerían sobre su grey si hablaba. Pero es que aquí no lo estamos acusando sólo de silencio, lo estamos acusando también de complicidad. El no fue un simple testigo inocente del drama ni mucho menos una víctima: fue actor protagonista.
¿Detrás de qué iba? Iba detrás de la reconquista de la cismática Rusia para la Puta, que la perdió hacía casi mil años, en el 1054. No lo logró. Ni la logró él con los nazis ni la lograron sus sucesores con los norteamericanos ni la lograrán los que vengan con quien sea. Es más fácil rearmar un huevo quebrado que recomponer el cisma de Oriente. A ese huevo que la Puta perdió hace mil años cuando se peleó con Constantinopla por el Filioque no le volverá a echar sal. ¿Dónde estará hoy Pacelli? ¿En el cielo? ¿En el infierno? Yo digo que si «el Señor» no lo está cauterizando en el infierno, andará entonces echándose a la monja Pascalina sobre las mullidas nubes del cielo. En el limbo no está porque no era criatura de pecho. ¿Y en el purgatorio? Pues si está en el purgatorio, la Puta lo puede sacar de esas llamas con indulgencias. Gringos pendejos y ex nazis con vocación genocida es lo que sobra en Estados Unidos y Alemania para que se las compren.
¡Pero cuál Filioque! La pelea nunca fue por el Filioque que nunca a nadie le importó, ése era el pretexto. La pelea era por el poder, por el Tu es Petrus que esgrimía la Puta de Roma desde que su obispo Esteban quiso imponerle su dominio a Cipriano, el de Cartago. Tres veces se agarraron de la greña el par de santos por ese pasaje espurio de un evangelio espurio de un Cristo espurio que nunca nadie colgó de ninguna cruz. La Puta de Babilonia Roma nace con ese pasaje. Antes lo que había era un conjunto heterogéneo de sectas teosóficas y ascéticas surgidas de los cultos y hechicerías de Asia Menor y dispersadas por todo el Imperio Romano, a las que los paganos, como Celso, agrupaban bajo la denominación imprecisa de cristianos. Cristo encarnado nunca hubo. Cristianismos hubo muchos y sigue habiéndolos. Pero Puta no hay más que una sola y es la que me quita el sueño. "



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