Historia de un matrimonio (fragmento)Andrew Sean Greer
Historia de un matrimonio (fragmento)

"El día empezaba con los gritos del vigilante nocturno apremiándolos para que fueran a los camiones de la faena. Dicha faena consistía en arrancar tocones de un campo, y el cometido de Buzz era atar la cadena al tronco para que otro hombre tirase de él con una polea. El único momento satisfactorio de la jornada se daba cuando el tocón saltaba como una muela podrida y un infierno secreto de gusanos y escarabajos paleolíticos los miraban, atontados. Con los tocones se hacía leña, que se apilaba en el bosque formando una pared, donde permaneció pudriéndose durante toda la guerra, pues nadie la usaba. Aquel campo nunca llegó a labrarse. El tipo de trabajo que uno imagina que los ángeles encomiendan a las almas en pena: rastrillar las nubes por toda la eternidad.
Los hombres enloquecían a causa de la monotonía, el cielo gris, la avena agusanada y, sobre todo, por la sensación de no ser nadie. El mundo estaba en llamas, al este y al oeste de América, y ellos no hacían nada. Unos desertaban, otros se incorporaban al ejército e iban al frente, y otros se embarcaban y morían en un océano. Muchos, incluido el propio Buzz, buscaron otra salida. Es curioso descubrir que un hombre necesita ser alguien, dijo.
Un coro de chillidos interrumpió el relato de Buzz; el viaje al pasado había terminado. Cruzó los brazos y desvió la mirada. Deseaba decirle algo, pero era imposible hacerse oír con aquella algarabía, de modo que permanecimos en silencio, mirando a la pareja. William se reía enseñando sólo los dientes superiores, con los ojos ocultos bajo la sombra de sus gruesas cejas, un brazo alrededor de la chica (debía de haberla agarrado en una curva del trayecto), mientras que ella se acurrucaba a su lado con fingido terror histérico. "



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