Canción a las ruinas de Itálica (fragmento) "Fabio, si tú no lloras, pon atenta la vista en luengas calles destruidas; mira mármoles y arcos destrozados, mira estatuas soberbias que violenta Némesis derribó, yacer tendidas, y ya en alto silencio sepultados sus dueños celebrados. Así a Troya figuro, así a su antiguo muro, y a ti, Roma, a quien queda el nombre apenas, ¡oh patria de los dioses y los reyes! Y a ti, a quien no valieron justas leyes, fábrica de Minerva, sabia Atenas, emulación ayer de las edades, hoy cenizas, hoy vastas soledades, que no os respetó el hado, no la muerte, ¡ay!, ni por sabia a ti, ni a ti por fuerte. Mas ¿para qué la mente se derrama en buscar al dolor nuevo argumento? Basta ejemplo menor, basta el presente, que aún se ve el humo aquí, se ve la llama, aun se oyen llantos hoy, hoy ronco acento; tal genio o religión fuerza la mente de la vecina gente, que refiere admirada que en la noche callada una voz triste se oye que llorando, «Cayó Itálica», dice, y lastimosa, eco reclama «Itálica» en la hojosa selva que se le opone, resonando «Itálica», y el claro nombre oído de Itálica, renuevan el gemido mil sombras nobles de su gran ruina: ¡tanto aún la plebe a sentimiento inclina! Esta corta piedad que, agradecido huésped, a tus sagrados manes debo, les do y consagro, Itálica famosa. Tú, si llorosa don han admitido las ingratas cenizas, de que llevo dulce noticia asaz, si lastimosa, permíteme, piadosa usura a tierno llanto, que vea el cuerpo santo de Geroncio, tu mártir y prelado. Muestra de su sepulcro algunas señas, y cavaré con lágrimas las peñas que ocultan su sarcófago sagrado; pero mal pido el único consuelo de todo el bien que airado quitó el cielo Goza en las tuyas sus reliquias bellas para envidia del mundo y sus estrellas. " epdlp.com |