La piedra fantástica de Brisingamen (fragmento)Alan Garner
La piedra fantástica de Brisingamen (fragmento)

"Se hallaban justo en la cima del acantilado y a través de las oquedades los árboles pudieron captar ocasionales destellos luminiscentes que parpadeaban en la llanura que se extendía bajo sus pies. Luego, en el crepúsculo vespertino, giraron por una estrecha vereda que se abría paso tortuosamente entre las colinas hasta llegar a una pequeña granja ubicada en un pequeño pliegue limítrofe con el mismo borde del acantilado. Comprobaron que había sido edificada con el maderamen de un roble negro y entre la juntura de las retorcidas y estrambóticas vigas advirtieron la presencia de diversos toques de yeso blanco, modelados en forma de diamantes. Los ventanales refulgían de una tonalidad amarillo ocre y las estancias eran abanderadas por un pétreo techo. En su conjunto, aquella curiosa construcción parecía ser consustancial a su entorno, ser parte del mismo, como si de hecho hubiera crecido allí. Éste fue el final de la jornada para los chicos.
[...]
Yacen aquí en un sueño encantado hasta que llegue un día -y el día llegará- en que Inglaterra se halle en un gran peligro y las madres de Inglaterra lloren. Entonces todos ellos saldrán del monte a caballo y, en una batalla tres veces perdida y tres veces ganada en el llano, harán retroceder al enemigo hasta el mar. "



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