La guerra de España (fragmento)Pietro Nenni
La guerra de España (fragmento)

"Y se vuelve a dormir. Es Lea, compañera de cárcel de Fernando, miliciana y enfermera. Por la mañana, ella me despierta y me ofrece un excelente café.
No es la única mujer en el campo. Hay unas quince, llenas de buena voluntad y abnegación; lo que no impide pensar que su lugar no está en primera línea.
El campo es algo inenarrable: un campamento de gitanos. Los cuadros del Batallón de Octubre son discretamente seleccionados. Hay voluntarios de todas las edades, algunos de ellos apenas saben lo que es un fusil. Armas de diversos calibres. Servicio en estado rudimentario. ¡Pero, qué entusiasmo! ¡Qué fuego!
A Fernando no lo quieren, ¡lo idolatran! Me presenta a la tropa y después vamos a las avanzadas. Aquí estamos sobre las crestas de la Sierra. Enfrente se encuentra el Alto de León. Al fondo. San Rafael. Alrededor, la corona de colinas boscosas. No es un frente en el verdadero sentido de la palabra, sino una hilera de puestos de observación que ocupan las posiciones dominantes, de donde se tiene la carretera a tiro de fusil. Ha habido combates bastante duros. Pero ahora la calma es casi completa. De vez en cuando una ráfaga de ametralladora lo obliga a uno a echarse a tierra. La voz del cañón se deja oír intermitentemente.
Hacia las nueve de la mañana» dos compañías reciben la orden de apostarse a la derecha, donde se observa un movimiento de tropas enemigas. Los acompaño. Caminamos todo el día, sin comer, bebiendo en riachuelos, resbalando sobre las agujas de pino. Hace un calor atroz. El cielo es de plomo, la atmósfera de fuego. Hacia las cuatro, una patrulla captura a un campesino. Es un castellano, pequeño, delgado, todo nervios. Lo registran. Lleva sobré el pecho una medalla: un corazón de Jesús. Dice haberse escapado de Espinar. Da informaciones sobre las tropas que se encuentran allí: guardias civiles, principalmente. Estos le dijeron que si los rojos lo agarraban, lo fusilarían.
Pero él no les ha hecho caso. Le dice a Rosa: "¿Por qué me mandarían fusilar sus señorías? No soy más que un pobre campesino. "



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