Recuerdos durmientes (fragmento)Patrick Modiano
Recuerdos durmientes (fragmento)

"Quedamos a las seis, a la misma hora de hacía seis años. Era en esa librería, a fin de cuentas, donde había encontrado aquel libro que me había hecho pensar mucho: El eterno retorno de lo mismo. En cada página me decía: si pudiéramos volver a vivir, a las mismas horas, en los mismos sitios y en las mismas circunstancias lo que ya habíamos vivido, pero vivirlo mucho mejor que la primera vez, sin las equivocaciones, los tropiezos y los tiempos muertos..., sería como pasar a limpio un manuscrito lleno de tachaduras... Habíamos llegado los tres a una zona por la que había pasado mucho con ella, entre Monge, la Mezquita y el Puits-de-l’Ermite.
Se detuvo a la altura de un edificio más amazacotado que los demás, con balcones. «Aquí es donde vivo.» Pierre abrió solo la puerta cochera. Entré detrás de ellos. Me pareció que ya había estado allí en una vida anterior para ir a ver a alguien. «Esta tarde a las seis en la librería», me dijo Geneviève Dalame. «Y luego puedes venir a cenar...»
Me dejaron a la puerta del edificio. Yo estaba al pie de las escaleras. A ratos, Pierre asomaba la cabeza por encima de la barandilla, como si quisiera comprobar que yo seguía allí. Luego, se quedó mirándome, con la barbilla pegada a la barandilla, mientras Geneviève Dalame debía de estar seguramente abriendo la puerta del piso. Oí cerrarse la puerta y se me encogió el corazón. Pero al salir del edificio la verdad es que ya no veía ningún motivo para estar triste. Durante unos cuantos meses más o, ¿quién sabe?, unos cuantos años, pese a la huida del tiempo y las desapariciones sucesivas de las personas y de las cosas, había un punto fijo: Geneviève Dalame, Pierre, calle de Quatrefages. En el número 5. "



El Poder de la Palabra
epdlp.com