El vendido (fragmento)Paul Beatty
El vendido (fragmento)

"Hay más coches en el condado de Los Ángeles que en cualquier otra ciudad en el mundo. Pero de lo que nunca se habla es de que, desde Lancaster hasta Long Beach, la mitad de esos coches descansan sobre bloques de cemento en parcelas de tierra que hacen las veces de patios delanteros. Esos automóviles no tan móviles son, junto con el letrero de Hollywood, las Torres Watts y la finca de 5.250 metros cuadrados de Aaron Spelling, lo más parecido que tiene Los Ángeles a las antiguas maravillas de la ingeniería como el Partenón, Angkor Wat, las grandes pirámides y los antiguos santuarios de Tombuctú. Esas antiguallas oxidadas de dos y cuatro puertas son inmunes a los vientos y a las sucesivas lluvias ácidas y, como ocurre con Stonehenge, no tenemos la menor idea de cuál es el propósito de estos monumentos de acero. ¿Son un testimonio de esos impresionantes descapotables y deportivos que ocupan las portadas de las revistas de coches personalizados? Tal vez los embellecedores de los capós y los alerones estén alineados con las estrellas y el solsticio de invierno. O quizá sean mausoleos, lugares de descanso para amantes de asientos traseros y conductores. Lo único que sé es que cada uno de esos armazones metálicos significa un coche menos en la carretera y un viajero más en el autobús de la vergüenza. Sí, vergüenza, porque en Los Ángeles todo tiene que ver con el espacio, y aquí la autoestima depende de cómo eliges navegar por dicho espacio. Ir a pie equivale a practicar la mendicidad. Los taxis son para extranjeros y prostitutas. Las bicicletas, los patines y patinetes son para los locos de la vida sana y los chiquillos, gente que no va a ninguna parte. Y todos los coches, ya sean de lujo e importación o cacharros de anuncios clasificados, son símbolos de estatus, porque no importa el estado de la tapicería ni el de los amortiguadores, ni si la chapa o la pintura están hechas una puta mierda: el coche, cualquier coche, es mejor que montar en autobús. "


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