Valor de ley (fragmento)Charles Portis
Valor de ley (fragmento)

"Mrs. Floyd no me sirvió carne para desayunar; solo sémola y un huevo frito. Cuando hube terminado, me guardé en un bolsillo el cuchillo y el reloj y cogí el revólver que había escondido en el saco de azúcar.
En el Tribunal Federal me enteré de que el primer comisario había ido a Detroit, Michigan, a entregar unos prisioneros al «correccional», según ellos lo llamaban. Un alguacil que trabajaba en la oficina dijo que buscarían a Tom Chaney a su debido tiempo, pero que tendría que esperar que le llegara el turno. Me mostró una lista de forajidos que campaban por el Territorio Indio; aquello parecía la relación de morosos en el pago de impuestos que publica anualmente el Arkansas Gazette en una letra muy pequeña. A mí no me gustó el aspecto de aquello, ni hice mucho caso de los pretenciosos modales del alguacil. Al hombre se le había subido el cargo a la cabeza. Eso es lo que uno puede esperar de las autoridades federales, y, para empeorar aún más las cosas, toda aquella gente era republicana y no le importaba en absoluto la opinión de los honrados habitantes de Arkansas, que son demócratas.
En la sala de justicia estaban seleccionando un jurado. Un ordenanza me dijo que Rooster Cogburn llegaría más tarde, cuando comenzara el juicio, puesto que él era el principal testigo de cargo.
Fui a ver a Stonehill. El hombre tenía un buen establo, y detrás de este, un amplio corral y muchos pequeños comederos. Los cow-ponies de saldo, unas treinta cabezas, de todos los colores, estaban en el corral. Creí que serían animales en mal estado, pero eran retozones, con ojos claros y el pelaje, aunque polvoriento y apelmazado, de aspecto saludable. Probablemente, nunca habían recibido un buen cepillado. Tenían las colas llenas de marañas. "



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