La disimulación honesta (fragmento)Torquato Accetto
La disimulación honesta (fragmento)

"La naturaleza no huye tanto del vacío cuanto la costumbre de huir de lo falso, que es el vacío del habla y del pensamiento: dicere enim et opinari non entia hoc ipsum falsum est et orationi et cogitationi contingens, dice Platón. No se puede permitir que de la mentira (considerada en sí misma) sólo se deje ver un lunar en la cara de la humana correspondencia, y más aún, cuando la verdad no parece ser verdad, conviene callar, como afirma Dante:
(...) si muestra la verdad faz de mentira, debe el hombre en la boca retenerla, porque aun sin culpa puede dar vergüenza.
Se necesita entonces dirigir los ojos hacia la luz de la verdad antes de mover la lengua hacia las palabras. Pero como fuera del mundo se concede aquello que por los filósofos es denominado vacuum improprium, donde se recibiría la flecha lanzada por alguien que estuviese en la parte extrema del cielo, así el hombre, que es un pequeño mundo, a veces tiene fuera de sí cierto espacio que puede llamarse equívoco, no ya entendido como simple falsedad, a fin de recibir en él, por así decirlo, las saetas de la fortuna y acomodarse al cotejo de quien más vale y también más quiere en este curso de los humanos intereses. Y digo que esto ocurre fuera de sí, porque nadie que no haya perdido el bien del intelecto se ha persuadido a sí mismo de lo contrario de su concepto, aprendido por él con la razón en acto. Por lo tanto de este modo no se puede engañar a sí mismo, suponiendo que la mente no pueda mentir con la inteligencia de mentirse a sí misma, porque sería como ver y no ver; se puede, sin embargo, olvidar la memoria del propio mal por algún espacio, como diré.
[...]
Yo trataría también de la simulación y explicaría completamente el arte de fingir en cosas que por necesidad parece que la requieren, pero tiene tan mal nombre que estimo de mayor necesidad prescindir de ella y aunque muchos digan: Qui nescit fingere nescit vivere, también muchos otros afirman que es mejor morir que vivir en esta condición. En el breve curso de los días, las horas o los momentos, como es la vida mortal, no sé por qué la propia vida se debería ocupar en destruirse más a sí misma, añadiendo la falsedad de las operaciones donde el ser casi no existe, pues la esencia verdadera, como dijo Platón, está en las cosas que no tienen cuerpo, llamando imaginaria la esencia de lo que es corpóreo. Bastará discurrir sobre la disimulación, de modo que sea comprendida en su sentido sincero, no siendo otra cosa la disimulación que un velo compuesto por tinieblas honestas y respetos violentos, de lo cual no se produce lo falso sino que se da algún descanso a lo verdadero, para demostrarlo a su tiempo. "



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