Cuatro Vientos "Mi balcón: rosa del cristal frente al ocaso. En el río del horizonte naufraga Cuatro Vientos, nido de águilas de acero, de alas inmóviles y vientres sonoros. Tarde de Domingo, cuando se ahoga el sol en el río fantástico. He aquí los grandes pájaros sonoros, rondel de gaviotas, sobre un mar lejano. En la costa ilusoria hay un faro: la torre radiotelegráfica. He aquí los grandes pájaros sonoros, que se elevan, se persiguen y se abaten, sobre las lejanas olas imaginarias. Tornan a alzarse triunfales, como cóndores altivos, trepidan los vientres locos en una embriaguez de energía, canto bárbaro de las fuerzas domeñadas. Un pájaro soberbio rasga el cristal del poniente en un vuelo al sol. Y de pronto aletea... gira y cae. Temblamos, como si la tierra se hubiera removido en una sacudida sísmica. Un pájaro yace inerte y roto: sobre la tierra, cara al sol, el corazón del pájaro muerto de una estrella caída y opaca. El río del horizonte, que se había teñido de sangre, se desbordó por los cielos. " epdlp.com |