El fantasma amoroso (fragmento)Enid Bagnold
El fantasma amoroso (fragmento)

"Por la tarde, después de una buena comida y una copa de whisky con soda, el señor Templeton subió a examinar su habitación.
Las finas cortinas de color crema caían suavemente, ondeando con el viento. Junto a la chimenea se encontraba un antiguo sillón de respaldo alto con orejeras tapizado en reps rojo. Frente a la silla y a la chimenea se hallaba la cama de matrimonio, en un lado de la cual el señor Templeton, acostado, había estado trabajando con sus documentos la noche anterior. Se dirigió al sillón, se metió las manos en los bolsillos y permaneció inmóvil, mirándolo. Entonces cruzó la habitación hacia la cómoda y abrió un cajón. En el lado derecho se encontraban las camisas y camisetas de Hettie, cuidadosamente planchadas y dobladas. A la izquierda se hallaba un montón de camisones de Hettie, doblados pero no planchados. El señor Templeton observó las arrugas y los pliegues de la seda.
[...]
Los latidos de su corazón se calmaron y cautelosamente se estiró y trató de dormir. No se atrevió a poner en orden los papeles que lo rodeaban. Con la luz encendida permaneció allí hasta que el amanecer iluminó la pintura amarilla de la pared. A las cinco se levantó sin haber podido dormir, con la mirada clavada aún en el respaldo del antiguo sillón y, sin ponerse la bata ni las zapatillas, salió de la habitación. En el vestíbulo encontró un abrigo y sus cálidas botas para la nieve detrás de un arcón. Abrió el cerrojo de la puerta de entrada y caminó por el césped cubierto de rocío.
Durante la segunda noche (anoche) había trabajado igual que antes. Se había convencido tan completamente, después de un día de aire fresco, de que la experiencia de la noche anterior era el resultado de su propia imaginación, de que su vista y su mente estaban alucinados debido al trabajo, que ni siquiera recordó (como había pensado hacerlo) darle la vuelta al antiguo sillón, con el asiento hacia él. Ahora, mientras trabajaba en la cama, echó una que otra ojeada al respaldo tapizado y ocultado y deseó vagamente haber pensado en darle la vuelta. "



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