Epifanía en la boca, de MatriaRaquel Lanseros
Epifanía en la boca, de Matria

"El tango es un pensamiento triste que se baila.
Enrique Santos Discépolo

La tierra natal cubre como un tatuaje la piel preliminar.
Bendita sea la casa de los padres.
Todas esas imágenes
ese rumor simiente que vive en cada pecho
esperando un instante para poder filtrarse.
Escucho la inocencia de mis dieciocho años
populosa como el estuario del Río de la Plata
aquel irreflexivo desdén hacia lo propio
aquella anglofilia mimética
en nombre de la posmodernidad.
Entonces tú
la persuasión de tu voz arbolada
la sala de conciertos en el Barrio La Boca
entre Vuelta de Rocha y Caminito
su majestad el tango.
Pasado y porvenir se besan en mi ombligo
si yo pudiera, como ayer
querer sin presentir
Mi corazón secreto emerge de la sombra
sabe que la lucha es cruel y es mucha
pero lucha y se desangra
por la fe que lo empecina
Las palabras preguntan por mi alma
el viajero que huye
                                                       tarde o temprano detiene su andar
Todas las ocasiones
todos los sueños fértiles de mis antepasados
todas las lluvias de América y de Europa
todos los trajes pulcros de los muertos
todas las despedidas
gauchescas
europeas
indígenas
criollas
todo el ruido del tiempo caminando hacia la libertad
todas las ilusiones fraudulentas
las chapas de metal acanaladas de los conventillos
las palabras que engendran sabor a nuevo mundo
todas las esperanzas
los lemas, los augurios
los cuerpos coagulados
los sombreros
todos los viajes más largos que la vida.
Todos esos colores de la tierra
la oriunda
la injertada
la regada con sangre y renacida
cruzaron frente a mí en forma de lágrima.
Lágrimas de mestiza, de emigrante, de hermana, de alimento del mar.
El sol puede salir también de noche.
Yo no he vuelto a olvidar
quién soy
de dónde vengo. "



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