El viaje entretenido (fragmento)Agustín de Rojas Villandrando
El viaje entretenido (fragmento)

"Después de algunos años, andando en las galeras vine a Málaga, donde, buscando un escritorio para descansar, hallé un pagador que me llevó a Granada por su escribiente, donde llegué a tener vestidos y cadenas, que éste fue el primero de mis milagros, y el mayor haber compuesto este libro. Viéndome galán, dieron en decir que le parecía en todo a mi amo con grande extremo, y que sin duda era hijo suyo, y yo tenía entonces veinte y dos años, y él poco más de veinte y ocho: ¡mira como podía ser mi padre!
Vine a la Comedia, y en Ronda, estando para representar, se llegó a mí un morisco, llena la cara de tizne (porque era carbonero), muy puerco, hecho pedazos, y empieza a abrazarme, y dando gritos dice que soy su hijo. Volví a mirarme, y me hallé tiznado todo el cuello, un coleto blanco que llevaba, sucio, y unas botas blancas y nuevas, llenas de lodo. Se alborota la compañía, y yo, corrido, ni sabía qué hacer, ni acertaba qué decir, ni aun entiendo que podía negar. El autor, que se llamaba Angulo, y otros compañeros entraron de por medio: se hizo la comedia, me llevaron a su casa, le metí por camino, nunca tuve remedio. En efecto, quedé por su hijo.
Y ahora hace un año, estando representando con Villegas en Sevilla, un hombre que trataba en Indias da en decir que es mi padre y que me dejó niño de cuatro años en Córdoba, donde había nacido. Me hablaron sobre ello, y le dije como no era yo, y no dándome crédito, responde que negaba porque era representante: y me hace prender, y dice que él dará información que soy su hijo, y que mi nombre no era Rojas, sino Jiménez, y que para más comprobación, había de tener un lunar en el muslo izquierdo. Me miran, y hallan el lunar como él lo había dicho. De manera que me llama un oidor y, después de un largo preámbulo, me dijo que no negase ser hijo de un hombre tan honrado, que si lo hacía por ser de la profesión cómica, que muchos buenos lo eran. Y al fin, para desengañarle de esto, dije había nacido en Madrid, en el Postigo de San Martín, y era hijo de Diego de Villadiego, receptor del Rey nuestro señor, natural de Melgar de Herramental, y de Luisa de Rojas, natural de la villa de San Sebastián, en Vizcaya. Y para más claridad, yo haría información de esto. La hice con dos contadores y otros criados del Rey, que eran de Madrid, y vista por el mercader, dijo era falsa, y que él quería quitarme de la comedia y darme dos mil ducados de mercadería y enviarme a las Indias; al fin, no quise aceptarlo, por no ser éste mi intento. "



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