El felicísimo viaje del muy alto y muy poderoso príncipe Don Felipe (fragmento)Juan Calvete de Estrella
El felicísimo viaje del muy alto y muy poderoso príncipe Don Felipe (fragmento)

"Fuera de la puerta de la Villa había un arco junto al camino sobre cuatro columnas. Era todo cubierto de yedra en lugar de pintura y la vuelta de él llena de naranjas y muchas entretejidas por las vueltas de la yedra. En la cumbre del arco estaba un ave Fénix, vueltos los ojos al sol sacudiendo sus alas, como que se ardía. En la cuadra de lo alto del arco estaban tres hermosas doncellas vestidas de raso morado, que representaban la República y villa de Valenciennes. Tenían entre sí un escudo con un león de oro en campo dorado y cada una de ellas un letrero. El de la primera decía A vos queremos por Señor. Era el de la otra, la cual representaba a Valenciennes y rezaba Como obedecí a vuestro Padre, así os obedecerá a vos. La tercera decía Entrad bendito del Señor. Pendía un cuadro debajo del ave Fénix adornado de yedras y naranjas con estos versos latinos de entrambas partes [...] Toda la República de Valenciennes desea teneros por Señor magnánimo Don Felipe y no con menor voluntad cumplirá vuestros mandamientos, que hasta aquí ha cumplido los de vuestro glorioso Padre: entrad pues mucho en buen hora Serenísimo Príncipe.
El primer arco de cuatro que había dentro de la villa, era simple de solo una puerta, en que había una cuadra, que caía sobre el architrabe, en la cual había tres estatuas grandes: la del medio era del Príncipe, que estaba armado y sentado: tenía una reluciente espada levantada en la mano derecha, y en la otra un cetro Real, y en la cabeza una corona de laurel, estaba a su mano derecha sentada la Naturaleza con una Águila en la mano y una cigüeña, y la Nobleza estaba a la izquierda con un gavilán en la mano. De entrambas partes del arco pendían unos cuadros adornados de yedra con letreros en medio: el de la Naturaleza era Como el Águila, que impone y provoca a volar a sus hijos. El otro letrero era de la misma, que decía Plegue a Dios, que se multipliquen vuestros descendientes en millares de millares, y vuestra generación posea las puertas de sus enemigos. A la mano izquierda había otro que la Nobleza decía Veis aquí, al que ha bendecido el Señor. Junto estaba otro letrero, que era de la misma. Será vuestro Nombre Ilustre y celebrado por toda la tierra.
En la cumbre estaba el escudo Imperial y el del Príncipe, y en el centro estos versos latinos [...]
Sois vos con vuestro noble Hijo, Esclarecido Príncipe Don Felipe a quien el ave de Júpiter, que es el Águila, abre el camino de entrambas partes, y así como ella mueve a sus pollos volando por el aire, así César levanta su generación en lo alto, para que voz crezcáis sobre ella. "



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