Caballo en el monte (fragmento)Eugeniusz Malaczewski
Caballo en el monte (fragmento)

"Quizá el amo no lo sabe aún, pero la noche que vinieron, el administrador, espantosamente encolerizado, se puso a dispararles desde el balcón plantándoles batalla, hasta que supieron silenciarle de la única forma de la que son capaces. Después encontraron dentro a la señorita. La sacaron del armario donde se había escondido arrastrándola por las trenzas y le exigieron las llaves de la bodega. Los soldados querían probar el alcohol del amo. Bebían, forzando a la señorita a beber con ellos. Ya no sé qué pasó después, sólo me imagino que las cosas fueron de mal en peor, porque finalmente vi —¡Dios, ten piedad de nosotros!— a la señorita descalza y vestida tan solo con un camisón echando a correr desde la casa, pobrecita… Y ella corría sin parar, adonde la llevara el viento. Un montón de soldados borrachos la perseguían dando alaridos… Ella huyó a través de las flores, pero la perseguían, pasaba por los lilos, y así lo hacían también sus perseguidores. Aún así no lograban alcanzarla, pues estaban tan borrachos que ni tenerse en pie podían. De esta forma la fueron persiguiendo sin darle caza hasta que llegaron al pozo. Sólo estábamos dos para defenderla —el pobre perro que está ahí aullando y un servidor— porque todos los vecinos habían salido huyendo del pueblo por la mañana.
¿Qué podía hacer un viejo como yo? Apalearon al perro porque se les echó al cuello mordiéndoles, ahora ya apenas puede arrastrar las patas. Y cuando la señorita vio que ya no podía escapar de los soldados, se arregló los cabellos y el camisón, se puso derecha sobre el borde del pozo y acto seguido se arrojó a sus profundidades. Sucedió tan rápidamente como cuando el viento apaga una vela.
Los soldados se reunieron en torno al pozo, con las bocas abiertas por la sorpresa. No dejaban de mirar dentro del pozo a ver qué había pasado con la señorita. Estuvieron discutiendo un rato, el que se tarda en recitar algunas oraciones, y después entraron otra vez en la casa para beber hasta la madrugada, estuvieron dando vítores y disparando sus armas toda la noche. "



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