El pez de oro (fragmento)Gamaliel Churata
El pez de oro (fragmento)

"Sostiene el miólogo que ciertos sistemas musculares suelen sufrir endurecimientos que impiden el normal riego sanguíneo, o se linfatizan por exceso de trabajo, iniciándose su depauperación y la muerte. De acuerdo con tal doctrina, la vejez, que implica reducción vital (para
nosotros aparente) es período en que el organismo comienza a morir, como la semilla que madura; de manera que el viejuco que tremola apoyado en su bordón es uno que anda a medio morir.
La semilla que se desprendió de su yema no apesta; sabe a gusto de tálamo, olores seminales, eróticos, amativos. Y no el pobre viejuco que es sólo madura semilla.
En el organismo viril los sartorios afectados, y muertos al fin, presto se reemplazarán por otros que elabora (cómo, no lo sabemos) el músculo vivo. De suma importancia observar que, en efecto, así es: pero, ¿cuáles los medios y normas de ese proceso? Teníamos que habérnoslo planteado como previa cuestión, pues allí se incorporan dos fenómenos que polarizan el drama de la materia: por una parte la célula que muere y por otra la que la sustituye; y determinarlo será tanto como haber dado con la clave de la vida y no menos que con la clave de la muerte.
Dada como "verdad" la muerte de la zona muscular enferma, para su reemplazo tiene que producirse germinación y nacimiento de nuevas células; lo que impondrá reconocer que la célula –toda célula– es andrógina, como Jehová; si de otra manera lograría proliferar. Y, así, desde el prendimiento de la semilla en el óvulo la materia se desarrollará por proceso genésico, creciendo hasta sus límites debido a tales funciones. Vivir será germinar.
Ahora bien, la célula enferma para que pueda morir tendrá que ser privada de sus nódulos dinámicos. ¿Entonces, se circunscriben a ella, y con morir ellos mueren? ¿O el principio de movimiento es uno, y cuando la enferma fallece, se infunde en el esporo? Considerado así, la célula no ha muerto y su nódulo seminal permanece. De lo contrario la amputación de cualquier miembro secundario implicaría la atrofia vital. Y no. La unidad no ha sido desintegrada por que se le prive de brazo, oreja, labio; contrariamente, las funciones de los miembros seccionados son cubiertas, al menos persiguen serlo, como resultado de mayor capacidad en los órganos subsistentes, haciéndose más agudo el sentimiento de unidad. El ciego "verá" con el tacto lo que no llegó a ver con los ojos, demostrando sólo que las células ópticas no le abandonaron y viven con el tremante sentimiento de la visualidad. ¿Es que, al último, el ciego alcanza a sentir los colores? "



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