Todo es engaño (fragmento)Sherwood Anderson
Todo es engaño (fragmento)

"Llega para todos los muchachos un momento en el que se vuelven a contemplar su vida pasada. Es tal vez ese momento en que cruzan la línea que los separa de la edad viril. El muchacho pa­sea por las calles de su pueblo. Piensa en su por­venir, en el papel que representará en el mundo. Se despierta en él ambiciones y arrepentimientos. De pronto ocurre algo imprevisto; se detiene de­bajo de un árbol y permanece como a la espera de que alguien le llame por su nombre. Se deslizan en su conciencia sombras de cosas pasadas; las voces del exterior le susurran un mensaje que le habla de las limitaciones de la vida. La segu­ridad absoluta que tenía en su porvenir se trueca en una absoluta inseguridad. Si es un muchacho de imaginación, cae derribada delante de él una puerta y se le presenta ante la vista, por vez pri­mera, el panorama del mundo; ve, como si desfilaran ante él en procesión, las incontables figuras de hombres que hasta aquel momento han salido de la nada, han vivido sus vidas y han vuelto a desaparecer en la nada. La tristeza de lo falaz ha caído sobre el muchacho. Se mira atónito a sí mismo como una simple hoja que el viento arras­tra por las calles de su pueblo. Comprende que, a pesar de toda la seguridad vocinglera con que ha­blan sus compañeros, está condenado a vivir y morir en la incertidumbre; que es una cosa arrastrada por el viento, una cosa destinada a agotarse, como el trigo, bajo los rayos del sol. Se estremece y mira en torno suyo. Los dieciocho años que él ha vivido parecen sólo un momento, el tiempo de una respiración en la larga marcha de la Humanidad. Escucha ya la llamada de la muerte. Y anhela desde lo más hondo de su co­razón acercarse a otro ser humano, tocar con sus manos a otra persona, sentir la caricia de otras manos. "


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