Elegía a Javier Egea (fragmento) "En la universidad árabe de la calle Oficios resonó un día la nueva voz del poeta. No estamos solos, descubrió en la Isleta del Moro. Tanto mar de repente, tanta memoria en desahucio, y sin embargo alguien camina siempre a tu costado a pesar de la nube y el dolor excesivo. Granada, en aquel regreso, era distinta, pero no más limpia. También existe la tristeza de clase y la lucha puede enconarse a veces como un diente en la fruta. Todas las calles congeladas llevaban al Paseo de los Tristes, a ese río que no supo retener el cadáver líquido de una muchacha. Y no era posible el amor… " epdlp.com |