Soneto "Mi alma sobrecargada de pena ahora se queja en voz alta, Y los temores pesan sobre mi espíritu, "Tu poema hemos oído", dice la gente, "¿Quién como tú puede cantar melodías?" “No son más que chispas”, dice mi alma encadenada, “Arrancada mi vida por la tortura de todos los días. Pero ahora cualquier perfume ha desaparecido, ya no existe más mentira. Me levantaré, porque el miedo a la vergüenza refrena mi canción”. Las fantasías de una mujer vagan ligeramente y tejen ellas mismas una red de hadas. Debería ¿Abstenerse? ¡Ah! muy pronto este placer también, ¡huirá! En verdad no puedo concebir por qué me ensalzan. Para la mujer es trabajar la rueca... entonces, consigo misma es sincera. " epdlp.com |