En buena compañía (fragmento)Ana Viladomiu
En buena compañía (fragmento)

"Siento su mirada sobre mí. Me repasa de arriba abajo, me desnuda. Jugueteo con la melena, con la bufanda, me remuevo inquieta en el asiento. Es una primera sesión y la sala está en silencio, casi vacía, pero ha elegido la misma fila que yo para sentarse. Eso sí, ha dejado cuatro butacas vacías entre nosotros. No deja de observarme y yo agradezco que se apaguen las luces y comiencen a proyectar la película coreana de la que tan bien me han hablado.
Al salir me sigue por la calle. Debe tener mi edad, quizás más, rondando los setenta, y su aspecto es distinguido. No me inspira recelo, solo curiosidad. Cambio de ritmo al caminar para ponerlo a prueba. Si yo acelero, él aprieta; si yo me detengo en un escaparate, él hace lo mismo unos metros por detrás. Ya cerca de casa, me divierto llevándolo a la carrera, y en el paso de peatones de la calle Provenza con Pau Clarís casi lo atropellan por no quedarse atrás. Se me escapa la risa y oculto la cara con la bufanda para que él no lo note. Me divierte el juego.
En la portería, antes de abrir la gran puerta de hierro y entrar, me doy la vuelta. Nos separan unos tres metros. Alto, delgado, cabello canoso que le cubre parte de la cara. Viste un bonito abrigo de lana y calza unos zapatos de piel gastados. La posición del cuerpo y las manos en los bolsillos le dan un aire altivo. Un hombre seguro de sí mismo, alguien que sabe lo que quiere; un tipo de hombre que me cautiva. No sé qué decirle y parece que él a mí tampoco. Finalmente empujo la puerta y entro en la Pedrera. Me dirijo al ascensor esquivando con paciencia un numeroso grupo de turistas. El espejo del viejo ascensor me devuelve una expresión traviesa. Me recojo la melena en lo alto de la cabeza y apoyo la espalda contra la pared de madera cerrando los ojos. Es lo más cerca que he estado de un coqueteo en mucho tiempo y me encanta. "



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