El veinticuatro de febrero (fragmento) "Ya son once y Kunz aún no está en casa: Fue a Leuk esta mañana. – ¡Ojalá no tuviera un accidente! – ¡Qué alboroto! ¡Hoy vuelve a soplar el foehn! Como si el mal Desde los silbidos de Gellihorn hasta destrozarlo, Y tirársela a la cabeza a Gemmi, ¡Cómo Kunz lanzó el cuchillo! – ¡En qué estoy pensando! – Sí, debió haber sido por esa época; Fue, creo, también en febrero, Cuando mi padre, bendito sea, murió. – Ha pasado mucho tiempo y aun así sigo pensando en ello. ¡Me da escalofríos en la espalda! – ¿Dónde está mi marido? Quizás – ¡oh Dios! – una avalancha de nieve arrancó ¡Llévatelo contigo! – ¡Me da escalofríos! – En la chimenea No hay ni una astilla de madera ni un bocado de pan Por toda la casa... ¡y solo miseria y angustia! – Casi nos quitan nuestra última camiseta, ¡Los creyentes fieles! – ¡Qué ansioso me siento hoy! La maldición es pesada; – es un mandamiento difícil ¡El cuarto! – Otras madres tienen un hijo; Pero el nuestro, que siendo niño huyó al ancho mundo, Maldito por el padre maldito, rojo De la Hermana Sangre – se dijo durante mucho tiempo: ¡estaba muerto! – ¡Si así fuera, habría escapado al tormento! – Quiero cantar una cosa: la canción debe ser piadosa, ¡Cuando se le amenaza con el libro de la deuda y el malvado enemigo! - " epdlp.com |