Cerca de las ciudades "Cerca de las ciudades. Reventando con el aire. El amor tiene muchos nombres, muchos cuerpos. Cerca ya de las ciudades. Dejando atrás caminos, lentitudes, espacios. Árboles que se acuerdan de la muerte por las tardes. Cuando el amor puede saltar y arrancar lenguas, labios. Yo prometo acordarme de mi cuerpo cuando muera y escribiré el último verso, el que más manche, el más insoportable. Hay que ver cuántos somos y lo cerca que vivimos unos de otros. Debe ser el frío o el silencio. El verso más insoportable. El que haga llorar por vez primera a un hombre, a un pájaro. El que apague de golpe las manzanas y encienda océanos de nieve y olvido. Qué cantidad de cuerpos en naufragio. La tierra se enciende desde un pájaro. Los huracanes sueñan con terremotos vírgenes, con huir desesperadamente de la noche. Los hombres apagan los besos y el amor recorre, ciego, los pasillos. Yo prometo acordarme de mi cuerpo. (Amor, manzanas, sangre…) Yo prometo levantarlo de la tierra o del polvo del mar y hacerlo caminar por ciudades y siglos: aquí fui, esta es mi madera, estos son mis objetos personales. Y más cosas. Y muchas más cosas. Una mujer lo recorrió gritando. Para qué queréis enterrarlo. Yo prometo llevarlo a donde nunca estuvo, sin remedio. Vedlo, hombres, mujeres, árboles. Yo no quiero tener que arrepentirme de haberlo matado. Yo de esto no sé nada. No lo entiendo. Acabo de llegar hace unos años. No quiero que me muerdan lenguas grises de muertos que odian, de muertos que no saben mi nombre, que no saben ningún nombre, que no conocen a nadie. Yo estuve dando vueltas por los sitios del viento, mi corazón os llamó a todas horas desde el borde de los labios. Por todas partes tengo mis manzanas, mis longitudes de ángel desangrado. Las he dejado rodando por la tierra como un alud enorme de ternura. Yo estuve aquí. Prometo no olvidarme de los nombres, de los cuerpos. Desde una puerta en sombra una mujer cuenta uno a uno los resquicios del cielo. La luna de noviembre clava sus aguijones y reparte episodios de golondrinas muertas. La muerte, luz de acero sin dientes. La muerte, mano cortada de olvido. La muerte, la estructura salvaje del lirio. Una mujer, desde una puerta en sombra se desnuda. Se queda a solas con su cuerpo. Yo estuve aquí, con ella." epdlp.com |