Marin Sorescu Tres dientes frontales (fragmento) "Esta es nuestra vida, la de todos. Después de todo, somos terriblemente miserables y nos hundimos en la banalidad y la trivialidad. Y lo que es terrible, aún más terrible, es que no hay forma de escapar de estas leyes de la naturaleza, estas cadenas que cuelgan de tu alma desde que naciste. [...] ¿Conoces la teoría de los pliegues del tiempo? El tiempo que fluye en una sola dirección... y es irreversible, todos lo sabemos, tiene algunos meandros en su fluir, esta prolongación. No es que retroceda, no hay vuelta atrás, sino que... en algún lugar se crea un bucle. Y sucede que personas que viven en épocas diferentes se tocan debido a este bucle, sintiendo por unos instantes... días, meses, que son contemporáneos. De repente, el bucle termina, y cada uno se encuentra arrojado a ese siglo, guardando vagos recuerdos del otro... y permaneciendo con la sensación de amarga insatisfacción. [...] La felicidad no es interesante como la literatura. Es una luz intensa, que, precisamente por ser intensa, concentrada, no tiene matices y parece banal. Pero Tudor ya no la quería, estaba cansado de la imagen literaria, anhelaba vivir con sencillez, fuera de sus sentidos, como un animal. Se sentía bien, como el animal en la maleza, no, él... Me di cuenta de que las mujeres, cuando quieren, saben cómo hacerte olvidar tu nombre, olvidarte de Dios, olvidarte de la naturaleza... un desliz generalizado." El Poder de la Palabra epdlp.com