Tommy Wieringa La muerte de Murat Idrissi (fragmento) "Las chicas en la cubierta superior se apartan el pelo de la cara. A ambos lados del estrecho, las brumosas cordilleras azules. Los lugares que nunca visitarás, la vida allí. La mirada de Ilham vaga por las montañas del Rif, la tierra que dejan atrás. ¿Por qué se quedaron tanto tiempo en Rabat? Tenían el coche; podrían haber ido al sur, al desierto, pero en cambio han pasado todo ese tiempo vagando por la ciudad. La terraza del Café Maure; la vista sobre el estuario de Bouregreg y el océano Atlántico más allá. Los chicos. Las cosas prohibidas en los barcos. Se siente como una pérdida no haber ido al desierto, como si hubieran perdido una oportunidad. Podrían haberle pedido a Saleh que se uniera a ellas; las mujeres en Marruecos rara vez viajan solas. Las miradas, los comentarios, si eso es todo lo que hace falta. Llevan fuera seis semanas, dos semanas más de lo previsto. Hubo problemas. Circunstancias. Eso ya quedó atrás; la mayor parte se ha resuelto. Saleh se acerca, aferrándose a los bancos para evitar caerse por el cabeceo del barco y el fuerte viento. Los demás pasajeros están sentados abajo, en los salones. Los hombres duermen con las piernas en alto en los bancos desgastados, los niños chillan, observados por las mujeres, exhaustos. Un ligero olor a orina lo invade todo." El Poder de la Palabra epdlp.com