Tres días en Orán (fragmento)Anne Plantagenet
Tres días en Orán (fragmento)

"No está aquí.
No es su estilo llegar pronto, le gusta entretenerse, quedarse inmóvil ante un escaparate sin el menor interés, sin razón particular ni deseos de comprar, es una persona contemplativa, sobre todo cuando está solo. De forma general, no se pone nervioso ni deja traslucir sus sentimientos. En apariencia siempre está del mismo humor, hay que observarlo bien y conocerlo para detectar en él una señal susceptible de delatar una contrariedad; mi padre. Obviamente no tiene móvil, el teléfono no es para él, en casa solo responde si no queda más remedio y generalmente a gritos para cortar de raíz la menor tentativa de conversación, te paso a tu madre, y a ella, precisamente, vacilo unos minutos en llamarla, para que no se preocupe cuando le pregunte a qué hora salió mi padre, ella, que no tiene costumbre de estar separada de su marido y que es, contrariamente a él, de carácter muy ansioso.
Nuestro avión despega en menos de dos horas.
Recorro por quinta vez la terminal sur de Orly, llegué al alba tras pasar la noche en vela. ¿Cuánto tiempo llevo sin dormir? Quedamos en encontrarnos directamente en el aeropuerto. Yo tengo los billetes y los pasaportes con los visados, compruebo mi bolso cada diez minutos de media cuando salgo a fumar. No tendría que haber vuelto a empezar después de tantos años, es una debilidad, pero no siempre puede una ser heroica, yo lo soy cada vez menos, de hecho, cuando duermo sola, dejo encendida la luz del pasillo. No sé si me atreveré a fumar delante de mi padre, que lo dejó oficialmente hace tanto tiempo, aunque mi hermano esté convencido de que sigue haciéndolo a escondidas, yo todavía era pequeña, él fumaba negro, Gitanes, le iban bien, a menudo me mandaba a comprarle una cajetilla. Yo fumo rubio. Llevo un cartón en la maleta.
¿Dónde puede estar? ¿Le ha pasado algo, sabe qué hora es? ¿Lo hace a propósito? Debió de salir pronto, mis padres viven en una ciudad dormitorio a diez kilómetros de Troyes, ciudad de la que yo soñaba con huir desde muy joven y donde ambos desempeñaron toda su carrera de profesores en centros de formación profesional. Mi padre viene en su coche, que ha previsto dejar en el aparcamiento subterráneo, seguro que no ha dormido mucho más que yo a causa del viaje. Del miedo."



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